Situación por países. Serbia.

 

KOSOVO SE TRANSFORMA EN MOTIVO DE UN

NUEVO CONFLICTO

 

Por Rolando Arturo Leiva

9 agosto 2007

 

(Pristina, Belgrado, Moscú, Naciones Unidas) - Los principales países occidentales

de Europa y los Estados Unidos parecían enfrascados otra vez en un áspero

conflicto con Rusia a propósito del futuro de la provincia serbo-albanesa de Kosovo,

el que hasta ahora ha tenido principalmente lugar al interior del Consejo de

Seguridad de las Naciones Unidas.

 

Kosovo se mantiene al presente como una provincia étnicamente de Albania, pero

colocada bajo el gobierno de las Naciones Unidas desde 1999, fecha en que las

fuerzas militares de la OTAN (NATO) expulsaron por la fuerza a las tropas de Serbia

que habían ocupado esa región, pero todo ello sin que la provincia haya dejado de

pertenecer formalmente al Estado yugoeslavo con sede en Belgrado.

El encargado de las Naciones Unidas para la provincia serbo-albanesa, Martin

Ahtisaari, ha recomendado la independencia de la región y su segregación del

Estado de Serbia, opinión que comparten la mayoría de los países occidentales de

Europa, que en principio estarían dispuestos reconocer la independencia de Kosovo

aún unilateralmente.

 

El Estado Serbio se opone naturalmente a la iniciativa, y para esto cuenta como su

aliado al gobierno ruso, que está en contra de toda tentativa de legitimar la

independencia de Kosovo si se hiciera a través de una resolución del Consejo de

Seguridad de Naciones Unidas, donde Rusia tiene derecho a vetar cualquier

proyecto de tal.

 

En la actualidad, se ha establecido un tiempo de negociaciones directas de 120 días,

-4 meses-, entre serbios y albaneses de la provincia, pero que muchos consideran

solamente como el preludio para una independencia que ya está decidida.

A juicio de los rusos, todos los proyectos de resolución del Consejo de Seguridad de

Naciones Unidas presentados hasta el momento, no equivalen sino a adoptar las

proposiciones de Martin Ahtisaari, y en el fondo equivalen sólo a reconocer una

independencia de Kosovo que a su juicio ha sido efectuada por la puerta trasera.

Mucho ha contribuído sin embargo a lo áspero de la negociación, el hecho de que

los países occidentales de Europa han amenazado con retirar el tema de las

Naciones Unidas y reconocer la independencia de Kosovo unilateralmente.

A juicio del vespertino francés LE MONDE, desde enero del 2006 “Rusia argumenta

que el que llegue Kosovo a obtener su independencia, crearía un precedente en el

cual algunos territorios separatistas de la ex URSS podrían inspirarse, por ejemplo,

la región de Abkhazia en Georgia y la de Transnistria en Moldavia”.

Según afirma siempre LE MONDE, “del tema de Kosovo, se encargan sólo “los

duros” del Kremlin ... quienes están convencidos que existe un proyecto de encerrar

y agredir a su país por parte de la OTAN (NATO) y que esta estrategia se dirige ante

todo a sustraer la región del Mar Negro a la influencia rusa”.

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, también ha calificado en duros términos lo

que él estima como una intervención que realizara OTAN (NATO) en contra de

Yugoeslavia, y que a su juicio carece de toda legitimidad, y la ha comparado con la

actual ocupación norteamericana de Irak. Para Putin, Rusia era demasiado débil en

aquella oportunidad para impedir tal intervención de la OTAN (NATO), pero ello no

lo va a volver a aceptar, habiéndose una vez referido, en el año 2006, a los Estado

Unidos, como “un lobo que sabe lo que quiere comer”, de acuerdo a lo que escribe

LE MONDE,.

 

Gran parte de la intransigencia de la negociación sobre la independencia o no de

Kosovo, se deriva del hecho que, a juicio de Rusia, los países occidentales de

Europa y los Estados Unidos, carecen verdaderamente de propósitos negociadoes

y están buscando sólo un procedimiento para imponerla.

 

Por su parte, -y de acuerdo a fuentes norteamericanas-, el proceso de negociación

de los próximos 120 días, es ya lo último que se puede aceptar, indicando una

fuente del Departamento de Estado, que “no tenemos ninguna razón para creer que

tiene algún sentido que haya más dilaciones”, lo que equivale a decir que la

independencia de la región serbio-albanesa, debe obligatoriamente seguir a tal

negociación.

 

El embajador de Gran Bretaña ante las Naciones Unidas, ha hecho saber

igualmente, que el proceso de negociación debe obligatoriamente conducir a una

“independencia supervisada con o sin el acuerdo de Serbia”, al tiempo que otros

países occidentales de Europa, han expresado sin embargo su opinión que la

negociación no debe conducir a un resultado predeterminado de antemano.-

 

Por Rolando Arturo Leiva

Berlín, Alemania

9 agosto 2007

 

(Una versión de este artículo fue publicada en el Sitio Web InterEuropaReporte año 2007)