Temas Europeos
EUROPA TRAS LA CONFERENCIA DE JUNIO
DE LA UNIÓN EUROPEA


Por Rolando Arturo Leiva
12 agosto 2007


Heidelberg, (Alemania) - Tras las ardorosas discusiones que condujeron a la
firma del nuevo Tratado de la Unión Europea, -y que vendría a reemplazar al
anterior Tratado Constitucional que queda sin efecto a partir de estos momentos-,
parecía ir surgiendo una Europa que ya enseña nuevos perfiles.


Ahora le corresponde ante todo a Portugal, -que se hace cargo de la Presidencia
rotativa de la Unión Europea a partir de estos momentos-, diseñar el boceto del
nuevo Tratado recién firmado, para ser presentado en la Conferencia
Intergubernamental a fines de julio, donde deberá ser adicionalmente discutido y
afinado en aquellos detalles que se consideran mas relevantes.


De tal manera, la última palabra sobre el nuevo Tratado, aún no está dicha, y para
distintos observadores, existe todavía la posibilidad de un veto polaco, como el que
estuvo a punto de bloquear la Conferencia de junio.


En efecto, uno de los partidos miembros de la coalición de gobierno en Polonia que
fuera entrevistado por la BBC de Londres, sigue considerando que la Unión Europea
está jugando con fuego si intenta hacer aprobar un Tratado que resulta muy similar
en su esencia al Tratado Constitucional anterior, pero que ahora, a juicio del
entrevistado, se intenta hacer a aprobar a la fuerza, usando los Parlamentos
nacionales como medio, después del NO a la Constitución europea que emanara de
los Plebiscistos de Francia y Dinamarca.


La posición del gobierno polaco, -que se sitúa en un espectro político que no es
común en el resto del continente, y que corresponde en parte a una derecha
extremadamente conservadora y anclada casi exclusivamente en la situación
interna-, ha sido, sin embargo, considerada más bien excepcional, al tiempo que su
importancia, ha sido igualmente disminuída por distintos observadores, que han
llegado en algunos casos a considerar incluso a Polonia como un país que carece
aún del expertizaje necesario para tratar determinados problemas de la realidad
europea.


De esta manera, para muchos de los observadores de tal realidad, lo que resulta
más previsible luego de la Conferencia de Junio, es que, tal como ha venido
ocurriendo hasta ahora, va seguir manifestándose una distinta velocidad de avance
de distintos países integrantes de la Unión Europea, en especial, el grupo de los 13
países que constituyen la zona Euro, y con Francia y Alemania siempre situados al
centro.


Esta desigualdad, como la han calificado algunos, podría en efecto afectar en
particular la posición en que se encuentra actualmente Gran Bretaña, transformando
a ese país en un miembro de “segunda clase” de la Unión Europea, -que es la
expresión utilizada a veces-, es decir, un miembro de aquela que se encuentra más
retrasado en relación a algunas de las políticas europeas en ejercicio, y que a la vez
no es miembro de la Unión Monetaria, y su moneda, el Euro.


Simultáneamente no obstante,,una de las dudas fundamentales que enfrenta ahora
la Unión Europea para su futuro, -y que empezará a cobrar en breve una urgente
actualidad-, viene a ser cómo va a tratar ésta el tema, o más bien qué rol van a
jugar en ella las dos nuevas grandes personalidades que se integran al juego
comunitario europeo, tales como son el nuevo Primer Ministro laborista inglés,
Gordon Brown, pero especialmente el nuevo Presidente de Francia Nicolás Sarkozy.
Para un observador inglés de los asuntos europeos, entrevistado también por la
BBC de Londres, “Brown sigue siendo un gran enigma a resolver, y es difícil de
predecir. Y ahora vamos a tener que vivir con el hiperpresidencialismo de Sarkozy”.
En lo central, y a juicio ahora de un observador francés, no se puede excluir que se
vaya entonces creando un “núcleo europeo” que avanza a una velocidad mayor
que el resto de los países miembros en áreas tales como administración económica,
armonización de los sistemas tributarios de los distintos países, ayuda y protección
social, cooperación militar, así como en las relaciones internacionales.


A juicio de otros observadores, existe a partir de estos momentos, también un
distinto orden de prioridades europeas, las cuales empiezan a hacerse presentes, y
entre ellas y ante todo, las medidas a tomar en relación a la política energética y al
cambio climático, en particular la introducción de nuevas alternativas energéticas,
creando empresas diversificadas dentro del sector, que no estén conectadas entre sí
(unbindling), así como el tema de la seguridad enérgética de naciones en la periferia
de Europa.


La posible incorporación de Turquía a la Unión Europea, es otro punto central
planteado para el futuro inmediato, desde el momento que se conoce la posición
contraria a la misma del Presidente de Francia, reiterada por éste en el último
tiempo, pero que igualmente podría evolucionar a futuro en otra dirección.
Existe consenso finalmente que, para el futuro más próximo, la situación de Kosovo,
resultará conjuntamente uno de los desafíos más grandes que le va a tocar enfrentar
a la Unión Europea, sobre todo por la posibilidad de los Estados Unidos
reconozcan anticipada y unilateralmente la independencia de esta provincia serboalbana,
-a lo cual, con seguridad seguiría el reconocimiento de Gran Bretaña-, al
tiempo que otros países europeos no llegarían a efectuarla, y sin contar con el
conflicto abierto que inmediatamente se produciría con Rusia.


De esta manera, y en resumen, el panorama a futuro de la Unión Europea tras la
Conferencia de junio, muestra entonces un conjunto de desafíos al mismo tiempo
que posibilidades, en medio del ánimo positivo y favorable que existe entre los
países miembros por haber dejado el tema del Tratado atrás, pero al mismo tiempo
poder llevar a cabo pequeños, aunque consistentes avances, en las políticas
diferenciales, tal como ha sido la tradición de la Unión Europea hasta ahora.-


Rolando Arturo Leiva
Heidelberg, Alemania
12 agosto 2007

 

 

(Una versión de este artículo fue publicada en el Sitio Web InterEuropaReporte año 2007)