POLITICA FRANCESA EN MATERIA
EXTERIOR: TENTATIVA DE DIFERENCIACION
AL COSTO QUE SEA
Por Rolando Arturo Leiva
29 de junio 2000
Heidelberg (Alemania) - Tres eventos que se desarrollan actualmente en Europa
demuestran cómo la política francesa en materia internacional y europea, aspira ante
todo a la diferenciación.
El primero de ellos ha sido la visita del Presidente francés Jacques Chirac a
Alemania. Y conjuntamente, su discuro pronunciado delante del Reichstag
(Parlamento alemán). Discurso llevado a cabo en clave de enfatización y
exhortaciones progresivas-, el primer Presidente francés que visita Alemania
después de la reunificación, ha intentado a través de él, precisamente, identificar
áreas de la política francesa hacia Europa que asuman el aspecto de una posición
distintiva. El Presidente francés se ha referido por ejemplo a preparar desde ya una
Constitución común europea. Según Chirac, el proceso de integración europea a
estas alturas no sólo debe proseguir sino incrementarse aún más. La Unión Europea
debe por su parte ampliarse a nuevos países. Y cuando el Ministro alemán de
Relaciones Exteriores Joscha Fischer ha hablado por ejemplo de federalismo en las
relaciones en las relaciones europeas, Chirac quiere ahora extender el concepto
nada menos que a una Constitución que legalice ese status. El Presidente francés
reitera además la idea de que el funcionamiento de la Unión Europea reposa ante
todo sobre el eje franco-alemán. Estos dos países deben avanzar todavía más en
sus procesos de integración del uno respecto al otro. Y si se distancian del resto de
los países europeos, ello ni importa a juicio de Chirac, pues debe permitirse la
existencia de un grupo de países pioneros que avancen en tal dirección. Tal es la
esencia del discurso francés. Cualitativamente diverso a lo que querido enunciar
Lionel Jospin, el Primer Ministro en ejercicio de Francia, Chirac entra al terreno de
las grandes generalizaciones y proyecciones a largo plazo, mientras el primero,
Jospin, ha querido proponer hasta ahora avances y reformas más bien modestos y
paulatinos al funcionamiento de la Unión Europea.
La Presidencia francesa de la Unión Europea ha de comenzar precisamente el
próximo domingo por el plazo acostumbrado de seis meses, y varios son los puntos
que hasta aquí caracterizan la posición de Francia hacia la Unión Europea. Según
este país existen prioridades que atender por la Unión Europea en estos instantes,
las más importantes de las cuales son las siguientes:
1, Reconciliar los procesos de modernización en Europa con la situación social
existente. 2. Expandir la Unión Europea hacia nuevos países. 3. Lanzar una
campaña contra el problema del blanqueo ilegal de dinero y la evasión tributaria. 4.
Formular una política más coherente sobre el problema del asilo en Europa. 5.
Implementar una Conferencia pública sobre los Balcanes. 6. Llevar a cabo e
implementar la fuerza militar de reacción rápida europea que se ha estado
preparando, cuyo número se calcula en 60 mil hombres y 5 mil funcionarios
policiales.
Por otra parte, citada bajo el lema de “Una Comunidad de Democracias” y bajo
fuerte auspicio norteamericano, la Conferencia dce Varsovia que se desarrolla en
estos momentos ha dado en tercer lugar oportunidad a Francia, de involucrarse en
una nueva área de fricciones en el terreno internacional, negándose a suscribir el
documento final que era además de conocimiento francés desde hacía varias
semanas. La irritación norteamericana ante la conducta soprendente de su “aliado”
se ha hecho esta vez evidente. Reprochan en cambio los franceses, a través de su
Ministro de Relaciones, Védrine, que solamente el hecho de que ciertos países se
pongan de acuerdo sobre determinados objetivos, -loables por cierto-, no les
autoriza a actuar como grupo. Reprochan asimismo los franceses que la sí llamada
“ Comunidad de Democracias” tienda a establcer una jerarquía entre países más y
menos democráticos, sintiéndose autorizados los primeros a efectuar
recomendaciones a los segundos. Y se quejan finalmente los franceses que lo
anterior se realice al margen del sistema de Naciones Unidas que es el único a su
juicio capaz de implementar políticas a nivel internacional, dentro de la ley
internacional existente y reconcida por todos. En un momento que se había
avanzado bastante en dirección a la reconciliación, después de otras fricciones
anteriores, estos golpes de efecto franceses desorientan a los norteamericanos y los
hacen protestar por un aliado “inseguro”.
La Conferencia de Varsovia ha sido estimada sin embargo un éxito por cerca de los
100 países participantes, y antes de afectar lo anterior los acuerdos compartidos, ha
subrayado más bien la soledad y marginalidad de la posición francesa.-
RAL
Heidelberg (Alemania)
29 junio 2000