Breves de la Semana
LLAMADOS A NO PERMITIR INVERSIONES EN
SECTORES ECONÓMICOS CLAVES


Por Rolando Arturo Leiva
29 agosto 2007


Berlín (Alemania) - El gobierno de la Canciller Angela Merkel declararía
recientemente su preocupación por que sectores claves de la economía alemana,
pudieran “caer en manos”, -tal como sería la expresión utilizada-, de inversionistas
extranjeros respaldados por sus respectivos Estados.


Dicha posibilidad, sería además debatida públicamente en los días recientes,
encontrando amplia acogida en los dos partidos, el SPD y la CDU y sus respectivas
tendencias internas, constituivos de la actual Gran Coalición de gobierno alemana.
Al presente, se calcula en 2.500 billones de dólares la suma de la inversión en la
economía alemana, realizada ante todo por China, Rusia y países del Medio Oriente.
De acuerdo a Angela Merkel, lo anterior podía generar que grandes empresas
alemanas cayeran en manos de Estados extranjeros potencialmente hostiles, sólo
a través de las inversiones realizadas por las compañías públicas de esas naciones
en Alemania.


Otros sectores de la actual coalición de gobierno, han llegado a estimar que lo
anterior podría generar incluso un riesgo de seguridad nacional, si partes de la
industria energética alemana pasaran por ejemplo a ser de propiedad de
inversionistas extranjeros, y éstos decidieran aplicar un criterio más bien político que
económico.


Qué llegaría a suceder, se interrogó por ejemplo un funcionario oficial en
declaraciones recientes-, “si partes de nuestra economía pasaran a estar cautivas de
las políticas de gobiernos extranjeros”.


La idea, sin embargo, a nivel gubernamental es, antes que introducir restricciones
especiales para las inversiones, -contradiciendo ello la política de privatizaciones
en ejercicio en los últimos 50 años-, preparar determinadas enmiendas
constitucionales que impidan a algún inversionista extranjero adquirir más del 25%
de alguna empresa alemana considerada estratégica.


Dichas enmiendas, cubrirían todo el espectro de empresas cuya adquisición porta un
riesgo de seguridad nacional, pero con la ventaja que dejaría a otras fuera de su
ámbito de cobertura.


Desde el momento que se considera al tema como altamente sensible para la
opinión pública alemana, el gobierno se propone, entonces, encontrar una solución
en el menor tiempo posible, bajo el supuesto de que si se llega a producir la
adquisición de alguna empresa estratégica alemana por algún inversionista
extranjero en el presente inmediato, ello generará una presión pública que podría
precipitar medidas incluso mas fuertes y aceleradas.


El tema, por último, ha sido capaz de generar consenso entre todos los sectores
políticos y sus tendencias, incluyéndose en él al actual Ministro de Finanzas, Peter
Steinbrük, de tendencia socialdemócrata.-


Rolando Arturo Leiva
Berlín, Alemania
29 agosto 2007

 

 

(Una versión de este artículo fue publicada en el Sitio Web InterEuropaReporte año 2007)