EL DEBATE PRESIDENCIALISMO/
PARLAMENTARISMO EN AMÉRICA LATINA
(PARTE I)
Por Rolando Arturo Leiva
20 de Octubre de 1990.
Con viva atención se sigue hoy día la marcha de la discusión parlamentarismo/
presidencialismo en Latinoamérica, donde aparecen interviniendo figuras de
diversos medios, tanto de dentro como de fuera del continente latinoamericano.
Ciertas voces han subrayado, en efecto, el papel profundo que en la crisis
latinoamericana actual cabría al presidencialismo latinoamericano y sus más que
proclamados vicios. Consecuencialmente, la idea se encamina a producir
transformaciones institucionales con la obvia meta de implantar formas
parlamentarias de gobierno. El sistema presidencial sería, pues, responsable de la
facilitación y exacerbación de la crisis en la estabilidad política y en la gobernabilidad
parlamentaria, y a menudo, Chile aparece ejemplarizado en ello como un modelo al
cual rodean colores casi clásicos.
Cabe prominente participación en la discusión de estos puntos de vista, al Dr Dieter
Nohlen, Académico, Profesor de Politología de la Universidad de Heidelberg,
-Alemania Federal- y figura acompañada del prestigio del especialista
probablemente más destacado del sistema político latinoamericano existente en la
RFA. Como las cuestiones debatidas serán a la larga tomadas en cuenta para
efectuar reformas en la política latinoamericana, es pertinente que otorguemos aquí
entonces un espacio a las ideas del Profesor Nohlen, familiarizando de esta manera
al lector chileno con los términos de la discusión actual.
Primeramente, no es Nohlen persona que acepte tan fácilmente la diatriba
antipresidencialista actualmente en curso, no tanto por razones de principio, pues, si
se tratara d epreferencias individuales, -dice-, probablemente el parlamentarismo
permite ejercer más ampliamente la democracia-, sino debido al contexto
latinoamericano, donde quizás resulta más realista postular un presidencialismo
reformado, antes que un mitológico parlamentarismo “soluciona-todo“.
Además, -señala-,la asociación que se percibe entre sistema político presidencialista
e inestabilidad política dista de estar clara y de ser una evidencia empírica. En tal
argumento podemos ver principalmente dos limitaciones, -arguye: la primera, que
nadie puede hasta ahora probar científicamente la relación necesaria existente entre
el factor inestabilidad política y el sistema de gobierno presidencialista, ni que lo
segundo sea la causa de lo primero. Un segundo reparo, -argumenta Nohlen-,
proviene de la realidad histórico-empírica, pues, a la estabilidad política y al éxito
socioeconómico de los países europeos de la post-guerra se los asocia normalmente
a las formas parlamentarias de gobierno, en circunstancias que basta un poco
pensar que la crisis democrática de Europa en el período entre las dos guerras
mundiales, consistió precisamente en el derrumbe de los sistemas parlamentarios o
semiparlamentarios de gobierno, -los existentes en Europa a la fecha- para notar de
inmediato la fragilidad del argumento.
Contrariamente, en América Latina se producen casos opuestos, pues hay países
que han conseguido largas décadas de consetudinaria estabilidad democrática a
través de formas presidenciales de gobierno, volviendo muy débil el carácter
comparativo absoluto que se pretenden dar a dicho argumento contra el
presidencialismo.
Quién piensa en aplicar formas parlamentarias de gobierno en Latinoamérica, -opina
entonces Nohlen-, por lo general limita su espectro mental comparando, por un lado,
sólo los países europeos occidentales de la post guerra, y sólo al presidencialismo
latinoamericano de las últimas dos décadas. Esta desigualdad en la comparación
salta la vista, -procedimiento que no respeta las condiciones metodológicas mínimas
para establecer cualquier comparación verosímil. Vamos más allá, -prosigue Nohleny
veremos cómo comparando presidencialismo con parlamentarismo en América
Latina, se está poniendo al lado de una entidad efectiva, -como el presidencialismo
latinoamericano existente en el presente y en el pasado de América Latina- a una
entidad inexistente, pues el supuesto sistema parlamentario chileno de los años
1891-1925, y que sirve de ejemplo universal, de parlamentarismo tiene en realidad
poco más que el nombre.
Fijémosnos además, -continúa Nohlen-, que en América Latina, la tarea de organizar
un sistema parlamentario con éxito, o con la tan deseada estabilidad política, ha sido
una quimera imposible, pero al fin y al cabo, al presidencialismo no se le podría
negar una cuota tan exigüa de realizaciones. Quién quisiera de veras comparar a
ambos sistemas, va a encontrar que, en términos de la estabilidad política y la
gobernabilidad, aparece un saldo muy a favor del presidencialismo, y por desgracia,
hasta nuestros días, no se podría sostener otro tanto respecto al parlamentarismo.-
Arturo Leiva O.
Desde Europa
(Fuente: “Presidencialismo versus Parlamentarismo en América Latina. Notas sobre
el debate actual desde una perspectiva comparada”. Prof. Dr. Dieter Nohlen,
Universidad de Heidelberg, RF de Alemania)
(Publicado en El DIARIO - (Finanzas.Economía.Comercio)- de Santiago
de Chile, 15 de Noviembre de 1990.)