TRAGEDIA DEL SUBMARINO KURSK AFECTA
GRAVEMENTE IMAGEN DE RUSIA
Por Rolando Arturo Leiva
22 agosto 2000
Heidelberg (Alemania) - Como un grave estado de ineficiencia de sus fuerzas
armadas, falta de capacidad operativa en general, y al mismo tiempo incapacidad
para responder al nivel técnico requerido por las fuerzas militares, era juzgada hoy
día por la mayoría de los medios de prensa europeos y corresponsales enviados a
la zona, la tragedia que condujo a la pérdida del submarino nuclear ruso Kursk,
conjuntamente con toda su tripulación, formada por 118 hombres.
La operación de rescate concluyó en realidad ayer a las 1 pm, hora local, cuando el
equipo de buceo noruego, lograra abrir la segunda escotilla de emergencia de la
nave, comprobando a continuación que el submarino se encontraba completamente
inundado de agua. El capitán Rune Fredheim, portavoz de la Marina noruega en
Oslo, declararía poco más tarde: “Los buzos han determinado que todo el submarino
está lleno de agua. Esto es triste. En la práctica significa que la operación de
salvamento ha terminado”.
Aún antes que la segunda escotilla de emergencia fuera abierta, el hecho anterior ya
resultaba completamente evidente, como para que se hubiera tomado la decisión
de suspender el envío del submarino de rescate británico LR5 -con capacidad para
conectar un túnel de salida del submarino al mismo nivel de presión de aire que en
superficie, y a través del cual hubieran podido evacuar éste sus eventuales
sobrevivientes- ante el riesgo que el agua que inunda todo el submarino hubiera
podido penetrar también a ese túnel, y con ello al mismo submarino de rescate.
El anuncio oficial en Rusia, sería realizado a las 21 H de ayer, hora local, por el Jefe
de la Flota Norte, Viacheslav Popov, señalando: “Se ha determinado de forma
definitiva que ha fallecido toda la dotación del submarino Kursk formada por 118
hombres. Las fuerzas navales expresan su pésame a los familiares”.
Horas antes, el Almirante Michail Motsak, Jefe de Personal de la Flota Norte, había
declarado también: “Todos los compartimentos están inundados. Ningun miembro de
la tripulación está todavía con vida”. El portavoz de la misma Flota Norte, había
indicado igualmente poco antes, que se había encontrado un cuerpo detrás de la
segunda escotilla de emergencia del submarino, aparentemente correspondiente a
alguien que trató de escapar de aquel, pero perdió la vida en el intento.
Se informaría asimismo ayer que el rescate de los cuerpos puede durar hasta un
mes, no estando todavía claro si el mismo equipo de buceo noruego que logró abrir
el submarino, va a participar en el mismo.
Toda la atención ha pasado a estar centrada, a partir de este momento, en tratar de
elevar el submarino hasta una profundidad menor, a fin de extraer sus reactores
nucleares, desde el momento que, a partir de un mes más, puede empezar a
producirse ya una fuga de radioactividad desde aquellos. Esta última posibilidad,
sería planteada por el ex capitán naval ruso Alexander Nikitin, un experto en
residuos radioactivos rusos –cuyas denuncias le valieron estar varios años en una
prisión naval- a través de declaraciones efectuadas en Washington, señalando que
los reactores del submarino, “no son del tipo de una planta nuclear, pero sí tienen el
poder suficiente para representar una amenaza”.
Sin embargo, la tragedia del submarino Kursk, el más moderno que tenía la flota
rusa hasta estos instantes, desnuda, ante todo, un grave estado de ineficacia de sus
fuerzas armadas, incompatible con la imagen de las mismas que ha estado tratando
de dar el gobierno de Putin desde que asumió, habiendo quedado en evidencia
también cómo, en el plazo de una semana, todos los equipos de rescate rusos, no
fueron capaces de abrir las escotillas de emergencia del submarino, que el equipo
de buceo noruego logró abrir en 40 horas.
Se especulaba además ayer, en círculos políticos en Moscú, que la repercusiones
del accidente del submarino, costarán con toda probabilidad la cabeza del Ministro
de Defensa Igor Serguéyev, que ayer, en una extensa conferencia de prensa, saliera
en defensa de Putin, declarando que el rescate no había sido posible, pues “el
saqueo del pais ha llevado a la Marina y a las Fuerzas Armadas a su actual estado
desastroso”, según informa el diario español EL PAÍS.
El corresponsal del mismo EL PAIS, Rodrigo Fernández, informa igualmente desde
Moscú, -en un artículo bajo el título de “Una sarta de mentiras”- de todas las
informaciones falsas que la Marina rusa fuera entregando a lo largo de la semana
pasada, ocultando la verdadera situación en que se encontraba el submarino y la
casi segura pérdida de la tripulación, que fuera evidente ya prácticamente desde el
primer momento.-
RAL
Heidelberg, Alemania
22 agosto 2000