RADICALIZACION - DESPOLARIZACION
Por Rolando Arturo Leiva
21 de Febrero de 1990.
Aquí en Alemania estas dos palabras no suenan tan completamente distintas:
Radikalisierung, Despolarisierung. La etimología del primer término es más bien
simple, procede de raíz, buscar las raíces de algo, su problema de fondo. La
revolución francesa puede brindar el ejemplo clásico, pues se radicaliza, es decir,
busca su origen, profundizándose. En la práctica, ello produce varias revoluciones
sucesivas dentro de una. Quizás en Francia, por eso, el término revoluciones
francesas, en plural, sería el más apropiado. Efectivamente, allí, una revolución fue
la condición para la siguiente, y cuando se llegó al estadio más extremo posible, se
retornó al punto de partida y llevó a Francia, desde el terror roberspierrano al
bonapartismo o, aún más lejos, a la reimplantación de la monarquía. En la Rusia
zarista, los bolcheviques, con Lenin a la cabeza, intentaron hacer otro tanto
aplicando el modelo de las revoluciones sucesivas, cuando consideraron a la
revolución de febrero de 1917, sólo como el preámbulo de la revolución de octubre.
Como se comprenderá, esta introducción tiene solamente por fin considerar la
situación europea actual, preguntándonos si la radicalización va a funcionar otra vez
aquí, o sea, si lo sucedido es el preámbulo de nuevas revoluciones que vendrán. La
pregunta siguiente sería, naturalmente, saber en qué dirección se profundizaría el
proceso y donde estaría su verdadera raíz: en los problemas sociales, los problemas
económicos o los problemas ideológicos. Todos estos factores, desde luego, se
presentan juntos en la situación europea actual, cuestión que caracteriza siempre a
una verdadera crisis. Pero sería bueno empezar diciendo que no hay porqué aceptar
la lógica de este proceso como una obligación. Por el contrario, desconfiar de
aquella inevitabilidad parece algo perfectamente factible. La implícita profundización
de las cosas que conlleva el término radicalización, es sólo aparente y lleva en
realidad a dar la vuelta al círculo y retornar al principio.
La realidad actual de la Unión Soviética nos muestra, justamente, el destino final de
la radicalización ocurrida allí. Cuando se produce esa sucesión de revoluciones, hay
más bien un proceso distinto, los revolucionarios, divididos entre sí, terminan por
devorarse unos a otros sin solucionar la causa final del conflicto. Creemos que en
Europa ya no se va a repetir igual.
La Despolarización tiene un sentido completamente distinto. El mundo polarizado es
real, desde luego, pero sus opciones son tipo blanco/negro. La divisa de la
polarización es que los términos opuestos, por ejemplo capitalismo/comunismo, ya
estén dados, y aunque se nos llama a decidir, en realidad no podemos escoger.
Característicamente, en un mundo polarizado, no está tampoco permitido hacer
crítica a uno sin favorecer al otro, y todo se reduce al térmnino dos: dos
superpotencias, dos sistemas económicos, dos ideologías, no tres ni cuatro: dos. El
fin de esa realidad es la que podría ofrecer un mundo despolarizado que estaría
naciendo ahora. La actual situación mundial no sería sólo el comienzo del fin de la
confrontación entre dos polos, sino también el comienzo de una realidad mental,
donde la mente ya no divide la realidad en dos partes, sino en varias partes más.
Dentro del capitalismo, pueden existir alternativas por ejemplo, y esto también se
aplica al socialismo si llegase a sobrevivir. Como el mundo polarizado presentaba a
lo existente como único, el socialismo visible sólo podía ser del conocido tipo
soviético-estalinista. Pero si es verdad que habrá un mundo despolarizado, no sólo
significará la aparición de interesantes nuevas alternativas, sino también, quizás el
hecho de propugnar un deternminado tipo de ideas, ya no volverá automáticamente
enemigo de quién no las sustenta. Cuando Gorvachov afirma de pasar de la
confrontación a la cooperación, creemos que se refiere a esta idea.
Existentes o no, radicalización y despolarización, son dos procesos que pueden
cambiar la realidad de nuestros días. Pueden ofrecer no tan sólo la posibilidad de un
mundo nuevo, sino también la posibilidad de buscar una nueva forma para
pensarlo.-
Arturo Leiva O.
Desde Europa
(Publicado en El DIARIO - (Finanzas.Economía.Comercio)- de Santiago
de Chile, 13 de marzo 1990)