CDU EN ALEMANIA CONTINÚA EN SITUACION
CERCANA AL ESCANDALO

 


Por Rolando Arturo Leiva
29 de agosto 2000


Heidelberg (Alemania) - La CDU (Unión Demócrata Cristiana) en Alemania,
continúa ahondando la crisis creada en torno a su imagen pública. El nuevo
episodio ha tenido lugar ayer, lunes 28, con la comparescencia conjunta del ex
Presidente del partido, Wolfang Schäuble y la ex tesorera de la misma colectividad,
Briggite Baumeister, ante el comité de investigación del Parlamento alemán
(Bundestag), dedicado a acopiar antecedentes sobre el tema del financiamiento
irregular en su partido.
Los dos ex altos funcionarios, en sus declaraciones oficiales, han mantenido
versiones completamente distintas sobre un mismo hecho, y eso es lo que le ha
dado otra vez ribetes de escándalo a la cuestión -llenando todos los titulares de la
prensa alemana de hoy día- más allá del motivo, más bien nimio en sí mismo,
causante de las dos versiones contradictorias.
El asunto se encuentra centrado en la donación de 100 mil dólares que realizara a
ese partido, el que es considerado y llamado hoy en día, “el traficante de armas,
Karlheinz Schreiber” y que se encuentra actualmente “refugiado” en Canadá.
Wolfang Schäuble ha declarado delante del Comité, que él recibió en persona esa
donación el día 22 de septiembre de 1994, y que eso ocurrió durante la celebración
de un acto del partido. Su declaración se apoya, a su vez, en lo testificado por su
amigo, el arquitecto Gerhard Lehmann, quién sostuvo delante del Comité, que
efectivamente, un día, en el otoño de 1994 -que él no puede recordar exactamente
en estos momentos- Schäuble le comunicó que al día siguiente “iría a recoger una
donación”.
Pero la que fuera la tesorera del partido en aquellos momentos, Brigitte Baumeister,
declara, por el contrario, delante del Comité, que lo anterior no es cierto. Que ella,
en persona, fue la que recogió la donación, y que lo hizo exactamente el día 11 de
octubre de 1994, hecho que además puede ser atestiguado por su chofer.
Lo que importa, entonces, a partir de este instante, no es en realidad el asunto de la
donación. Lo que importa verdaderamente es que,dos figuras oficiales principales
del partido que gobernó a Alemania durante 16 años -años en que ocurrió la
reunificación de ese país-, ya no pueden ponerse de acuerdo en público sobre qué
en realidad ha sucedido. Si bien en las dos versiones, Schäuble recibiría el dinero, el
desacuerdo público y oficial de éste con la tesorera de su partido, acerca de cómo
manejaron entre ellos dos grandes sumas de dinero no declarado, -y, por tanto,
constituyendo un acto delictivo el recibirlo-, echa por tierra los esfuerzos de
Schäuble, de permanecer al margen del escándalo del financiamiento irregular en la
CDU, -y que, por el solo hecho de haber estado en su conocimiento-, le obligara a
presentar su renuncia al cargo de Presidente del partido en febrero de este año.
Schäuble -que resultó además lisiado para siempre de sus dos piernas en un
atentado cometido contra su persona, por lo cual debe movilizarse hoy día
permanentemente en silla de ruedas- ha reaccionado explosivamente y con
indignación ante las declaraciones de su tesorera de antes, Baumeister,
atribuyéndolas sólo a una maniobra de desprestigio en su contra. Ha visto en esas
declaraciones, además,una mentira planificada para hacerlo sospechoso de no decir
la verdad, y cuyo origen habría que remitir hasta Hemut Kohl, pues a este último
se lo considera verdaderamente actuando detrás de la Baumeister.
A juicio de Schäuble, Kohl, con su equipo y su clientelismo de siempre, carga por sí
solo con la responsabilidad de usar los llamados “fondos negros” para financiar al
partido y obtener poder ellos mismos. Pero la estrategia de Kohl, no sería tanto
negar esa acusación, como tratar de extenderla hacia otros, a quienes se busca
hacer también responsables. Se trataría de una estrategia, no para evitar la culpa
en sí misma, sino para lograr diluirla. Y Schäuble opina, entonces, que es “víctima
de una vasta red de intriga cuyo origen es Kohl”, como declararía al periódico WELT
AM SONNTAG. Pero el espectáculo, del ex Canciller de Alemania y el ex Presidente
del partido gobernante, envueltos y participando en una pugna a ese nivel, no
resulta sin embargo muy edificante tampoco para todo el conjunto.-


RAL
Heidelberg, Alemania,
29 de agosto 2000