Latinoamérica. Panorama Subregional 3
(Colombia-Venezuela)
Colombia


POSICIÓN DEL EX PRESIDENTE ALVARO URIBE
SE COMIENZA A VER CADA VEZ MÁS AFECTADA


Por Rolando Arturo Leiva
23 junio 2012


Bogotá, (Colombia) - La posición política del ex Presidente Alvaro Uribe de Colombia,
quién fuera fundador del partido de la U, uno de los que integra el actual gobierno de Juan
Manuel Santos, comenzaría a verse cada vez más afectada en la política colombiana,
luego que éste se colocara en una línea casi de ataque frontal al gobierno de Santos
-quién fuera el Ministro de Defensa en su gobierno y un colaborador de confianza- , pero
especialmente luego de diversos cuestionamientos que se han hecho a su persona, tanto
en Colombia como en el extranjero, lo cual, sin embargo, llegaría a alcanzar su máximo, a
partir del momento que un grupo de sus más estrechos colaboradores, ha comenzado a
tener problemas con la Justicia, en la forma como de una especie de anillo que se
pareciera estar cerrando sobre la figura del ex Presidente.


El más reciente de los acusados, fue el general de la Policía Mauricio Santoyo Velasco,
quién se desempeñara como su jefe de seguridad durante la campaña presidencial de
Uribe, y luego su jefe de seguridad durante su presidencia, entre el año 2000 y 2006,
quién está siendo requerido ahora por una corte de Estados Unidos por vínculos con el
narcotráfico y los grupos paramilitares, quienes, según las denuncias, son autores de
decenas de miles de víctimas, todos delitos que habría cometido Santoyo mientras
estuvo bajo las órdenes de Alvaro Uribe.


A él se une el nombre de Luis Carlos Restrepo, acusado de inventar desmovilizaciones
falsas de grupos armados que no eran tales, a fin de abultar las cifras de aquellos,
haciéndolos pasar por éxitos de ese gobierno, y que tenía el cargo de Comisionado para
la Paz durante el gobierno de Uribe, buscado actualmente por la justicia, y que se
encuentra prófugo desde el año pasado, 2011.


A continuación, se encuentra el nombre de Andrés Felipe Arias, actualmente en la cárcel,
al cual se le acusa de tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito desde su cargo de
Ministro de Agricultura bajo el gobierno de Uribe, y que era considerado su sucesor
político, habiéndosele dado el apodo de Uribito por ello, y que el Ex Presidente Uribe ha
llegado a calificar como un preso político.


También se encuentra bajo requerimiento de la Justicia, el ex Secretario General de la
Presidencia de Uribe, Bernardo Moreno, inhabilitado para ejercer cargos públicos durante
un período de 18 años, y actualmente también en la cárcel, junto a la ex jefe del
organismo que fuera conocido con el nombre de Departamento Administrativo de
Seguridad o DAS (Inteligencia) María del Pilar Hurtado, por escuchas o intercepciones
telefónicas ilegales, espiando a sectores rivales políticos, a magistrados, periodistas y
políticos de oposición, la cual pidió asilo en Panamá, al tiempo que, dentro de las
diferentes personas sometidas a proceso, existen muchos que han declarado que las
intercepciones telefónicas fueron ordenadas por el propio Uribe.


Finalmente, enfrentan juicio por cohecho, el Ministro del Interior Sabas Pretelt del primer
gobierno de Uribe y el Ministro de Protección Social del mismo gobierno, Diego Palacio,
por acusaciones de haber comprado votos de congresistas para lograr la aprobación de la
reforma constitucional que permitió la reelección de Uribe.


Una fuente inesperada se agregaría al cuestionamiento del ex Presidente Uribe, cuando
el NEW YORK TIMES, reproduciendo el artículo de un escritor colombiano, lanzara una
dura crítica al ex Presidente, donde se le acusa de reunirse con ex oficiales de las fuerzas
armadas para sugerir la idea de un golpe de Estado contra el gobierno de Juan Manuel
Santos, y donde afirma que él “pasa su tiempo, disparando día y noche contra el
Presidente Santos alegando que comete actos de traición”, para finalmente afirmar, que
“esta es la razón por la cual muchos colombianos soñamos que, respecto a Alvaro Uribe
ojalá se diera algo parecido a su ostracismo, y deseamos que ese pedazo de mueble viejo
que se llama Alvaro Uribe, deje de interrumpir el camino de todos, como si estuviera
colocado al centro del living”.


Ante estos hechos, el ex Presidente se ha defendido vigorosamente, lanzando críticas
todavía más furibundas, especialmente desde programas de radio y de su cuenta Twitter,
en los cuales califica al gobierno de Santos de “que dicen una cosa para ser elegidos, y
hacen otra desde el gobierno”, acusándolo de comprarse a los medios de comunicación,
-según informa EL ESPECTADOR del 20 de junio pasado-, afirmando a continuación
Uribe que “desde la Presidencia de la República buscan presionar a los medios de
comunicación nacionales para que haya unanimismo; y eso es muy dañino y cuando veo
que se crea un unamismo en Colombia a favor del gobierno, tapando, tapando y tapando
los hechos de violencia, me parece muy grave ”.


Ya el autor del artículo en el NEW YORK TIMES, había sin embargo afirmado que “cada
derrota militar del Presidente Santos es una victoria para Uribe y se alegra cada vez que
las FARC tratan de asesinar una figura política o poner una bomba: para él, el país se
dirige al abismo desde que salió de sus manos”.


Rolando Arturo Leiva
Heidelberg, Alemania
23 junio 2012


(Una versión de este artículo fue publicada en la News Letter Latinoamérica-Reporte junio
2012)