EN YUGOESLAVIA, ORIGINAL ESCENARIO DE
TRANSICION A LA DEMOCRACIA
Por Rolando Arturo Leiva
13 octubre 2000
Heidelberg (Alemania) - A una semana apenas de que el régimen de Slobodan
Milosevic en Yugoeslavia fuera derrocado por algo a lo que hoy no duda en aplicarse
el nombre de “revolución popular”, el rápido desarrollo de la situación de transición a
la democracia que ha seguido en ese país, continuaba acaparando la atención y
constituyendo la noticia de mayor interés en Europa.
Al mismo tiempo, comienza a quedar en evidencia que, a diferencia de otras
situaciones de transición a la democracia que ya han sido mejor conocidas, en la
Yugoeslavia actual, se perfila una situación enteramente original, cuyo resultado
final será, a la postre, el producto de una ecuación producida entre cuatro factores
distintos, a saber: primero, la personalidad y el peso político del Presidente ya
proclamado Vojuslav Kostunica, quién, como ganador de la elección y reemplazante
de Milosevic, probó ser la persona de mayor poder político en ese país; segundo, la
resistencia que opongan los partidarios del régimen anterior y el mismo Milosevic y
su mujer Mira Markovic; tercero, la velocidad con que concurra el apoyo exterior,
encabezado por la Unión Europea y los EEUU; y, cuarto, el no menos importante
factor de las desaveniencias y desacuerdos internos que sobrevengan en el partido
vencedor -conocido genéricamente hasta aquí bajo el nombre de Oposición
Democrática Serbia, sigla que, en las condiciones actuales, además, ya ha dejado
de tener todo sentido-, conjuntamente, con el carácter que vaya adquiriendo la
presión de un movimiento popular poco estructurado, pero que, así y todo, fue
capaz de derribar a un régimen como el de Milosevic, que todas las fuerzas unidas
del mundo no lograron hacer.
Cada uno de los factores anteriores, mantenía su propio desarrollo en esta
semana, sin que ninguno de ellos llegara a transformarse en el más determinante o
capaz de predominar sobre los demás.
En relación a la forma en que ha seguido desarrollándose el movimiento que llevó al
actual Presidente al poder, Kostunica efectuaría el primer llamado de atención el
miércoles pasado, al señalar: “estoy teniendo tantos problemas con mis amigos
como con mis enemigos”.
La tendencia a ejercer presión y actuar por encima de las autoridades constituídas,
sería parcialmente criticada por Kostunica tambien, cuando declarara: “no puedo
justificar todo lo que está pasando. En la superficie hay una transición democrática,
pero bajo la superficie hay un volcán no tan controlado”.
De la misma manera, en este último sentido se reprochaba igualmente a Zoran
Djindjic, la personalidad más relevante del partido opositor y jefe del partido de
mayor peso en esa coalición, de estar tratando de consolidar la revolución contra
Milosevic, “pero de una forma que puede crear confusion”.
Acciones espontáneas del movimiento que llevó a cabo la revolución, se registraban
en diversos sectores del país, asumiendo a menudo la forma de expulsión de
anteriores ejecutivos y directores de empresas, que se consideraba que habían
obtenido esos puestos,sólo por su lealtad a Milosevic. Acciones en tal sentido, se
han reportado en el Genex Group, en la administración de un complejo carcelario al
sur de Belgrado, en un hospital y en la industria IMT, productora de tractores, según
informan el INTERNACIONAL HERAL TRIBUNE y EL PAIS en sus ediciones de la
semana. En el Ginex Group, la expulsion de su director Bosovic, ocurriría al ser
esperado éste el día lunes pasado por una multitud de los trabajadores de la
empresa cercana a las mil personas, conducido a la fuerza a un comedor y obligado
a firmar su renuncia, así como la de todos sus inmediatos subordinados, lo que hizo,
-según se informó- “lívido como un muerto”.
En referencia a estos hechos, el Presidente Kostunica comentaría al mismo tiempo:
“Algo de eso es espontáneo. Algo no es. Algo viene de adentro pero algo no”.
En relación a POLITIKA, el periódico de mayor relevancia y prestigio en el país, un
comité de 40 periodistas que se uniera a la oposición, había asumido el control del
periódico, al tiempo que su anterior director, Dragan Antic, se informaba haberse
dado a la fuga y encontrarse oculto en algún lugar de Belgrado.
Finalmente, la ayuda exterior y la urgencia por sostener a cualquier costo al naciente
régimen democrático, caminaría también a toda velocidad durante la semana pasada
en que, en rápida sucesión de hechos, se produciría el levantamiernto parcial de las
sanciones por los EEUU y la Unión Europea, el viaje a Belgrado del Ministro de
Asuntos Exteriores francés, Hubert Vedrine, del Asesor especial del Presidente
Clinton para los Balcanes, James O’Brien, de diversos especialistas de la Unión
Europea y ayer, jueves, del Primer Ministro Giuliano Amato de Italia -el primer
mandatario extranjero en visitar el país tras la salida del poder de Milosevic- y el
primero también en transportar personalmente una ayuda consistente en 150
billones de liras.
En relación a esta visita, el Presidente Kostunica expresaría textualmente en una
larga entrevista con la Televisión Italiana y publicada a una página en el CORRIERE
DELLA SERA de hoy, que Italia, “forma parte de aquellos países que comprenden
perfectamente los problemas del mundo balcánico y siempre ha estado presente en
nuestra historia y ha demostrado en los últimos años sensibilidad y amistad en
relación a nosotros”, opinión que refleja un distingo importante, por cuanto, el
mismo Kostunica expresaría, poco antes, en relación a los EEUU que este país “se
ha mezclado demasiado en nuestros asuntos”.
Si bien, por un lado, la posibilidad de un contragolpe por parte de los partidarios de
Milosevic se iba estimando cada vez más lejana, por otro, como señala también el
corresponsal del NEW YORK TIMES en Belgrado, Roger Cohen, “el control del
poder por Kostunica es todavía parcial”. Pero, fuera en uno u otro caso, tendía
también a hacerse perceptible ya un cierto ambiente de ligero optimismo en las
principales capitales de Europa al considerar la posible evolución a futuro de la
situación yugoeslava.-
RAL
Heidelberg, (Alemania )
13 octubre 2000