Serie ADÓNDE VA ITALIA. Parte IX
ITALIA: LA DURA TAREA DE INTERPRETAR EL
PRESENTE *
Por Rolando Arturo Leiva
8 de Junio de 1994
“Los hechos parecen dar la medida de todo, las interpretaciones sólo les siguen“. La
máxima parece por entero aplicable al proceso italiano. Nadie ha tenido hasta ahora,
en efecto, la capacidad para interpretar de conjunto las alternativas del proceso
político italiano. Que muchos los están intentando no es menos cierto, pero, hasta
ahora no se ven resultados visibles.
Y quién se pusiera a analizar ciertos hechos, debería principalmente responder la
siguiente pregunta: ¿cuál fue la razón última del desplome de la Tangentópoli?, -nos
referimos a ese mundo bajo superficie, donde la Política se confundía con los
negocios, mundo ilícito pero casi oficializado, en la cual la empresa privada pagaba
a los dirigentes políticos para recibir protección y favores? ¿Qué fuerza logró
finalmente sacar a la superficie ese mundo sólido en realidad, autoestructurado,
invisible y cerrado sobre sí mismo ? ¿Cuál fue su debilidad final y que produjo que
pudiera empezar a ser destruído por partes?
Lo evidente no es empero tan evidente para muchos. A falta de una buena
explicación al respecto, prefieren empezar desconfiando de todo. “No -afirman-, la
Tangentópoli no ha sido verdaderamente decapitada, sigue funcionando todos los
días, solamente una Tangentópoli vieja ha sido sustituída por otra, para que siga
funcionando mejor“.
En contra de esta opinión militan, sin embargo, la profundidad de los hechos y los
evidentes intereses tocados. Más aún, el término “revolución italiana“ parece a veces
no estar tan lejos de la verdad para entender cómo se ha verificado todo el proceso.
No puede caber duda que un orden completo fue trastocado, y al leer los periódicos
italianos de hoy, se tiene la impresión de que se trata de un país distinto comparado
con el de un año atrás. ¿Pero adónde apunta el sentido final de todo lo que ha
ocurrido?. ¿Y cómo podría ser asimilado a categorías ya conocidas de explicación?
Una segunda alternativa de explicación termina entonces abriéndose paso. A falta
de una respuesta, la interpretación que podría decirse es “desesperanzada“, cunde.
“Italia -afirman estas voces-, es un país sin remedio, le falta algo esencial, le falta
precisamente el proceso de formación como país. En dos palabras, no se trata
verdaderamente de un país“. Cierto o no, los riesgos de una fragmentación de Italia
no han sido superados hace tanto tiempo, si es que lo han sido verdaderamente del
todo. Hace poco nos declaraba un italiano, con esa irresponsabilidad característica
de quién no ha vivido lo que está declarando: “Nosotros seremos la segunda
Yugoeslavia de Europa“.
Nunca hemos pensado que las cosas pudieran llegar a ese extremo, pero, de que a
nadie parecía asustarle y que de ello tranquilamente se hablaba, no es menos cierto
tampoco. Cuando se arriba a tal punto, aparece a veces, entonces, otra alternativa
de explicación que no deja de ser interesante. A través de ella se sostiene que existe
siempre un único, un mismo problema italiano reapareciendo siempre bajo distintas
formas. Lo habría hecho con ocasión de las decisiones políticas desastrosas que
llevaron a Italia a la catástrofe de la Primera Guerra Mundial. Luego, a la subida al
poder del fascismo. A continuación, a la aventura bélica rápidamente perdida y al
comienzo de la guerra civil. Por último, a los recién pasados 50 años, donde
escondidamente se estuvo viviendo lo que acaba de reaparecer ahora. ¿Cómo
denominar ese problema ?. Que la sociedad en Italia no enseña el grado de
articulación con el Estado que muestran otras sociedades y por eso se viven puras
formalidades y la manera de ser italiana se vuelve una eterna impostura. La única
relación política verdadera en Italia se daría así entre círculos restringidos, no sería
una reación institucional oficializada, sino “cara a cara“, personal, lealtad a cambio
de lealtad o, por la lealtad hacia alguien se reciben favores. El polo más extremo es
por eso obligatoriamente una Mafia, no importa cuál sea ésta: siciliana, política,
policial o empresarial. Las opiniones de cientistas políticos o aún de filósofos
italianos de prestigio mundial, como Norberto Bobbio, han venido a ratificar esto
último. Bobbio, por ejemplo, calificó a los partidos políticos solamente como
“máquinas organizativas sin fines“, que es lo que expresa la palabra “partitocracia“.
Yendo aún más lejos, éste llamó a Italia luego de elección de Berlusconi, “un
concepto sin contenido“, un sentimiento pasajero, por ejemplo, el estado de ánimo
que se tiene cuando se ve jugar la selección nacional de fútbol.
Hay también interpretaciones “coyunturalistas“ que son importantes para entender
algunos aspectos concretos. El fin de la Tangentópoli ocurrió solamente porque lo
que antes se toleraba a nombre de la lucha contra el comunismo, ahora dejó de ser
tolerado, se afirma. Ya no se aceptó simplemente que los políticos “se siguieran
comiendo la mermelada“, como lo dijo uno de los representantes más autorizados
del proceso de renovación, la famosa figura antimafia y anticorrupción Leoluca
Orlando.
Lo concreto es que en Italia las realidades de siempre tampoco han cambiado. Los
altos porcentajes alcanzados por el MSI (Movimiento Social Italiano) así lo
demuestran. El fascismo, 50 años después, ha sido revalidado a una escala como
no se conocía hasta ahora.
Por tanto, este artículo muy bien podría ser denominado: “Italia, una interpretación
limposible“. Pero recordemos como empezamos: los hechos van siempre primero,
las interpretaciones detrás“. Al entusiasmo inicial italiano por algo, siempre le sigue
un enfriamiento primero, y luego el abatimiento total, eso es lo que se constata en la
Historia.
Quizás sea algo trágico, pero en Italia hay algo de la lógica de un pueblo que se las
arregla siempre para salir perdedor. La “era de Berlusconi“, como ha sido llamada,
tampoco se inicia bajo los mejores auspicios.-
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* Este es el noveno artículo de la Serie ADONDE VA ITALIA que continúa en los números
subsiguientes de EL DIARIO.
Arturo Leiva O.
Desde Europa
(Publicado en El DIARIO -(Finanzas.Economía.Comercio)- de Santiago
de Chile, 16 de Agosto de 1994.)
Continúa en La Serie ADÓNDE VA ITALIA. Parte X
ESTADO ITALIANO, O CÓMO SE ARTICULA EL ASISTENCIALISMO
CON LA INEFICACIA