PROTESTAS ANTI NUCLEARES EN ALEMANIA


Por Rolando Arturo Leiva
30 marzo 2001


Heidelberg (Alemania) - En medio de un clima de espectacularidad y expectación
pública a causa de las protestas antinucleares -en las cuales no deja sin embargo
de hacerse presente también un cierto elemento semi-serio y aún deportivoterminaría
su controvertido viaje por el territorio alemán el transporte de los 6
vagones llevando cada uno 10 toneladas de residuos de combustible radioactivo
reprocesado, proveniente de la planta de la Hague, en Francia.


Este tipo de protestas antinucleares -especialmente después del accidente de
Chernobyl en Ucrania, ocurrido en la década de los 80- han adquirido gran
popularidad en toda Alemania. El convoi que porta los contenedores de combustible
reprocesado, ha pasado a ser conocido popularmente con el nombre de Castor
Transport, en alusión al tipo de vagones empleados para tal fin, llamados Castor.
De tal manera que, la sola mención al Castor Transport y la decisión de
bloquearlo, desencadena de inmediato un hálito de simpatía y anima a las
movilizaciones y a los actos de interrupción de las vías férreas por donde se sabe
que el convoi transitará con su carga, -itinerario además conocido con total
precisión- animando entonces a juegos de guerra policiales, y que muchas veces
serán observados por la televisión como una forma de entretención, volviéndose a
menudo asimismo una especie de fiesta popular que realizan los manifestantes
ecologistas.


Esta vez, el convoi haría su entrada a la ciudad de destino ferrovario de Dannenberg
-de donde los contenedores de combustible deben seguir a continuación su viaje
por camión hasta el depósito de una mina abandonada en la ciudad de Gorleben, en
el Estado de Baja Sajonia, un poco más al sur de Hamburgo-, en medio de una
escolta de 1000 policías, apoyados por 7 helicópteros. En su conjunto, se estima
que la operación de tres días que demoró hacer llegar el convoi a destino, obligó a la
utilización de unos 30 000 policías en total, unidades especiales de la policía,
helicópteros, carros blindados, apertura de centros especiales de detención, la cifra
de unos 200 detenidos, diversos heridos en enfrentamientos, incluyendo también
policías, junto a duras declaraciones de los Ministros del Interior, tanto de Baja
Sajonia, como del Gobierno Federal, amenazando con el empleo de la fuerza sin
discresiones, en la que ha sido considerada como una de las más grandes
operaciones de seguridad realizadas en tiempos de paz en toda Alemania.


El episodio más importante del bloqueo al transporte, consistió en el
encadenamiento que efectuaron a los rieles de la vía ferrera 4 miembros del grupo
ecologista que se separó de Greenpeace en los años 80, Robin Wood, (palabra,
ésta última, que se traduce del inglés, como se sabe, por madera o bosque, foresta,
dándole así un sentido especial a la alteración del nombre Robin Hood) efectúandolo
de una forma tan refinada, que la operación de liberarlos llegaría a tomar unas 14
horas. Excavando un hoyo bajo de las vías y vertiendo cemento en él, los 4
miembros del grupo, introducirían luego un brazo dentro un tubo metálico,
encadenarían el brazo al tubo, hundiendo a continuación el tubo dentro del
cemento en tal forma, que la policía debería hacer venir especialistas provistos de
taladros para que fueran rompiendo el cemento y a continuación el tubo metálico,
procurando, además, en ello, evitar también herir el brazo que estaba dentro del
tubo. Un representante de la policía afirmaría después que la operación no pudo
hacerse más velozmente, pues la única otra alternativa era “cortarles los brazos”,
Sin embargo, estas protestas anti nucleares tienen también una fuerte explicación en
la situación política reinante en Alemania en estos momentos. Habiendo sido la
protesta antinuclear históricamente una reivindicación de Los Verdes, el partido daría
la espalda al bloqueo del Castor Transport al momento de entrar al gobierno de
Schroeder hace dos años atrás, de tal manera que los militantes del partido han
acusado en la actualidad a sus dirigentes de traición. No obstante, teniendo todavía
la protesta antinuclear una fuerte acogida popular en Alemania y encontrándose a la
vez Los Verdes ante una situación de descenso electora tal que puede dejarlos
fuera del Parlamento para la próxima elección general, la cúpula del partido - y, con
ello la parte del gobierno que ellos controlan-, tampoco han podido volverse
completamente en contra de las actuales protestas.


Las organizaciones que llamaron a bloquer el transporte buscan ante todo el cierre
de las 19 centrales nucleares eléctricas alemanas. El gobierno, se encuentra de
acuerdo a largo plazo con esta medida -justamente en parte a causa de haber
entrado Los Verdes al gobierno- y se pactó un acuerdo de consenso con la industria
eléctrica para irlas cerrando de a poco en los próximos 30 años, el cual sin embargo,
aún no está ratificado. A la vez, por haber renunciado Alemania a tener plantas
reprocesadoras de combustible nuclear propias, éste debe ser tratado en la única
planta francesa que existe, lo cual obliga a efectuar unos dos convoyes semejantes
por año. El conjunto del combustible reprocesado asciende ya a unas 4280
toneladas, debiéndose enviar todavía a Alemania unas 1070 toneladas más. En la
actualidad, sin embargo, se considera a ésta una actividad económica en crisis,
tanto en Francia como en Alemania, y el reprocesamiento tiene su fecha límite
planteada para el año 2003. Por otra parte, de acuerdo a diversos expertos, el
combustible reprocesado entraña de verdad riesgos de radiación y debe permanecer
por eso aislado un tiempo de hasta 10 mil años, lo cual no deja de dar alguna razón
entonces a los manifestantes por querer mantener alejadas semejantes sustancias
de su país.-


RAL
Heidelberg , Alemania,
30 marzo 2001


(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital Primera Línea, de
Santiago de Chile, bajo el título de Protestas Antinucleares en Alemania, por
Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg 1 abril 2001)