POR ACUERDO DE KYOTO ANUNCIAN

BOYCOTT A LA ESSO

 

Por Rolando Arturo Leiva

15 de junio 2001

 

Heidelberg (Alemania) - La posibilidad de que por obra del rechazo de la

administración norteamericana de George W. Bush al pacto de Kyoto se desarrollen

acciones de boycott contra la Esso en Europa, sería comentada por el importante

editorialista del NEW YORK TIMES Thomas L. Friedman en un artículo aparecido en

ese medio la semana pasada.

 

Sostiene Friedman -expresándose a veces de una manera al límite de lo semiserioque

tanto Bush como Cheney y todos los que respaldan su política ecológica con

relación al problema del calentamiento climático, van a estar de aquí a un año más,

“suplicando” poder revivir el acuerdo de Kyoto, que esa administración acordó

rechazar.

 

Y esto porque un grupo de celebridades en Inglaterra se habría unido a diversos

grupos ambientalistas para apoyar un boycott a la Exxon Mobil, la cual, en Europa,

como en otros países, es denominada la Esso. Entre ellos, estaría primero Bianca

Jagger, a continuación la estrella pop Annie Lennox, y por último Anita Roddick,

fundadora de la cadena Body Shop.

 

Bianca Jagger habría afirmado, para explicar el porqué del boycott: “Esta es la

manera de decirle a la Esso que no es correcto que ellos esté sosteniendo que no

existe conexión entre las emisiones de dióxido de carbono y el cambio del clima”.

La Exxon Mobil se ha caracterizado en efecto por ser una fuerte sostenedora de la

administración de Bush. Su contribución a la campaña de este último fue calculada

en un millón de dólares. Se considera también que la Exxon juega un rol clave en el

apoyo a “la investigación y los anuncios publicitarios que tratan de sembrar dudas

acerca de la seriedad del problema del calentamiento del clima y su ligazón con las

emisiones de gases”, señala el mismo Friedman en el editorial anterior.

 

La Exxon habría prestado además un apoyo fundamental a la decisión de Bush de

no ratificar el acuerdo de Kyoto. Junto a ello, la compañía participa en el grupo -el

“lobby-, llamado Coalición del Clima Global que hace campaña encontra el acuerdo

de Kyoto, a diferencia de otras compañías, como la Shell y la BP Amoco, que

acordaron no participar más y retirarse del lobby anterior.

 

Al respecto, afirma entonces de manera sentenciosa Friedman, en su artículo del

NEW YORK TIMES: “Si yo fuera la Exxon me preocuparía”.

La campaña tendría por nombre “Stop Esso”, disponiendo también de su propia

dirección electrónica en Internet en Gran Bretaña y se habría extendido inicialmente

a Francia.

 

“Este es realmente activismo globalizante -escribe Friedman-. Los más inteligentes

activistas están diciendo: ¿Okay Ud quiere jugar a los mercados ? Juguemos a los

mercados. Y entonces no van a perder tiempo arrojando piedras o haciendo lobbying

contra los gobiernos. Ellos van a empezar en cambio con los consumidores en las

bombas de bencina, con eso presionarán a los propietarios de las bencineras, los

propietarios presionarán a las compañías y las compañías presionarán a los

gobiernos”.

 

De acuerdo con la idea central de su editorial, Friedman sostiene entonces que Bush

habría cometido un error fundamental al haber hecho a un lado el acuerdo de

Kyoto, puesto que con eso no dejó a ambientalistas y otros activistas más que la

alternativa de usar todos los medios de presión que ellos disponen y eso va a

conducir al surgimiento de la idea de actuar a nivel del mercado consumidor.

“Y Ud va a estar sabiendo de estos activistas muy pronto -termina diciendo Friedman

en una frase dirigida al lector-. Desde la bomba de bencina más cercana a Ud”.

 

RAL

Heidelberg, Alemania

15 de junio 2001

 

(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital Primera Línea, de

Santiago de Chile, bajo el título de Rechazo al Acuerdo de Tokyo genera Boicot a

la Esso, por Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg, 17 de junio 2001)