PROTESTAS POR TENTATIVA DE
REGLAMENTAR “FIESTAS LIBRES” EN
FRANCIA
Por Rolando Arturo Leiva
29 de junio 2001
Heidelberg (Alemania) - La tentativa por parte del Ministro del Interior del gobierno
socialista francés Daniel Vaillant de reglamentar las llamadas “fiestas libres” (“free
parties”) ha venido a generar diversas protestas callejeras en ese país,
transformándose además en un motivo de preocupación para el conjunto de la
izquierda francesa.
Las llamadas “fiestas libres” son denominadas también fiestas RAVE, -del inglés
“Rave”, alborotar, hacer ruido-, y han llegado a alcanzar diversa popularidad entre la
juventud en ese país, siendo en general conocidos sus participantes como
RAVEURS. A sus organizadores se les otorga a su vez el nombre de TEUFEURS,
palabra-apodo, que,- como en el lunfardo- consiste en decir una palabra de argot
francés -que significa en este caso “organizador de fiestas”-, pero al revés. En la
práctica, las “fiestas libres”, se desarrollan como fiestas de Música Tecno que se
celebran habitualmente en lugares suburbanos o semirurales, lo cual hace que sus
participantes deban acudir a ellas casi obligatoriamente en auto.
Las fiestas, que son preparadas por los TEUFEURS quienes ponen la música y
actúan como discjockeys, han vuelto además característico a este personaje que
hoy por hoy es conocido por vivir en un furgón, disponer del equipo de música
necesario para organizar la fiesta, tener un perro que lo acompaña adonde va y
llevar diversos piercings en todo el cuerpo, lo cual no viene a ser más que la
adaptación francesa del TRAVELLER en inglés.
En 1997, diversas estimaciones calculaban que las fiestas libres tenían una
concurrencia, como promedio de unos 500 asistentes. Sin embargo, ahora ese
número ya se calcula en varios millares, conociéndosde el caso de una fiesta libre
donde llegaron a reunirse 10 mil asistentes, en una cantera bailando al ritmo de la
música Tecno.
También las fiestas libres -a las que se alude simplemente en Francia como las
free- se hayan asociadas al consumo de drogas, incluyendo drogas pesadas como
la cocaína, si bien diversos expertos opinan que considerar que todo el público
asistente llegue a drogarse y que el consumo de drogas en en las fiestas este
controlado por la mafia, resultaría un exceso.
Otros conocedores del tema califican también las fiestas libres como formas
incipientes de contra-cultura o cultura “contestaria”, aunque consideran que sus
participantes se deben definir más bien por lo que evidencian o por su
comportamiento, antes que lo que dicen explícitamente.
Desde luego, las fiestas libres van a originar problemas de mal comportamiento
colectivo y falta de disciplina de los participantes, lo cual conducirá a menudo a que
el lugar donde se haya realizado la fiesta quede en estado casi de destrucción
general, lo que obliga en esos casos a la intervención de la Policía.
Sin embargo, los organizadores o TEUFEURS -que, para muchos, se financian
también con la venta de drogas en las fiestas- arguyen que esa conducta emana
más bien del público y no está promovida por ellos.
Todo el cuadro anterior ha conducido a la tentativa de tratar de reglamentar tales
fiestas, tanto por las protestas de los vecindarios que han hecho presión sobre las
autoridades municipales, aunque también porque, -desde el punto de vista del
gobierno socialista francés-, si ello no se efectúa, podría conducir a que la derecha
capitalice políticamente el descontento que sienten normalmente las personas que
viven cercanas al lugar donde se celebran las fiestas.
El actual Proyecto obliga entonces a avisar con anticipación la celebración de alguna
“fiesta libre” obligando asimismo a sus organizadores a adquirir una póliza de seguro
por los posibles daños que se ocasione al lugar, póliza que, entre otras cosas,
autorizaría también a la Policía a incautar el material sonoro empleado en la fiesta si
hay un motivo que lo justifique.
Pero otros ministros del actual gabinete francés difieren también del Proyecto en
cuestión -dentro de los cuales se encuentra el mismo Jospin- opinión contraria
donde se considera que juega también un papel la posibilidad de que aquella
reglamentación lleve a alienar para la izquierda francesa el electorado que está por
debajo de los 30 años, y que puede resultar crucial en las elecciones generales
programadas para el próximo año.
Entre tanto, los TEUFEURS han anunciado sus retiro de las conversaciones con el
gobierno y organizado en cambio actos de protesta en diversas ciudades. Muchos
conocedores de las “fiestas libres” opinan además que resulta impensable que en
éstas pueda llegar a desenvolverse manteniendo un clima de negociación
permanente y de pleno acuerdo con las autoridades. Por tanto, las fiestas deben
seguir, opinan, del modo cómo han sido llevadas hasta este momento por más que
aquello disguste a muchos.-
RAL
Heidelberg, Alemania
29 de junio 2001
(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital Primera Línea, de
Santiago de Chile, bajo el título de Protestas por Intento de Reglamentar “Fiestas
Libres” en Francia , por Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg, 1 de julio 2001)