NUEVO FUTURO PARA LA CIUDAD DE BERLIN
Por Rolando Arturo Leiva
21 de Octubre del 2001
Heidelberg (Alemania) - Las elecciones del domingo pasado han dejado a la
ciudad de Berlin a las puertas de un gran cambio, especialmente en lo político y
cultural. Lo más significativo de las elecciones, ha sido la caída de la CDU, el
ascenso de los ex comunistas, y la elección de un alcalde que ha declarado
públicamente ser gay.
Merece ante todo explicarse que, dentro del conjunto del sistema político alemán,
Berlin representa una Ciudad-Estado que se gobierna a través de un Parlamento
propio. Lo que se elige por tanto, son asientos en aquel Parlamento y de ellos
provendrán los votos para elegir al gobierno de la Ciudad-Estado, entre los partidos
que han logrado obtener mayoría. El jefe del gobierno en Berlin es denominado
Alcalde. Pero esto solamente por tratarse de una ciudad. En la práctica, se trata de
un Ministro Presidente, es decir, el jefe de gobierno de un Estado alemán dentro de
los 16 existentes. Estos forman, junto a determinados senadores por cada Estado,
la Cámara Alta del país, cuyo nombre es Bundesrat. La Cámara Baja, en cambio,
(Bundestag) está constituída por Diputados y es donde se tramitan las leyes.
En cada uno de los 16 Estados alemanes así como a nivel del Gobierno Federal,
han de existir, entonces, como es lógico, gobiernos de coalición, formado por los
partidos que llegan a constituir mayoría.
La ciudad de Berlin, en tanto Estado, pero a la vez por su valor simbólico, había sido
gobernada tradicionalmente por un gobierno de Gran Coalición, entendiéndose por
tal a aquel formado por partidos rivales que deponían sus diferencias en aras del
bien común de la ciudad. En el gobierno de Gran Coalición en Berlin,
tradicionalmente, además, el Alcalde pertenecía al partido de la CDU (Unión
Demócrata Cristiana) que en las elecciones de 1999, llegó a obtener, él sólo, un
40,8% de los votos y 76 asientos en un parlamento de 169.
Este cuadro, empezaría a romperse a partir de junio del presente año. A
consecuencia del alto costo social de la ciudad, el gobierno de Berlin decidió fundar
un Banco propio para efectuar inversiones. Pero el Banco entró en bancarrota y el
gobierno de la ciudad llegó al borde de la insolvencia. Es así como Berlin en estos
momentos, tiene una deuda calculada en 37 billones de dólares. El Partido
Socialdemócrata (SPD) -partido gobernante a nivel federal-, decidiría entonces
romper el gobierno de Gran Coalición de Berlin, llevando al alcalde de entonces del
CDU, Eberhard Diesgen a renunciar en junio de este año.
El SPD asumía así un gran riesgo tratando de forzar una elección anticipada en la
cual buscaría obtener una votación para formar un gobierno propio. Mientras tanto,
asumió como alcalde interino Klaus Wowereit del SPD, que pasó a ser también el
candidato de este partido para la nueva elección. Una de las particularidades de
Wowereit es que, habiendo sido señalado por un periódico como un gay conocido,
declaró públicamente ser tal, pasando a ser ello algo nuevo en la política alemana
de estos momentos.
Es en estas condiciones en que se ha llegado a la elección del domingo pasado. En
ellas, el Partido Socialdemócrata ha obtenido la condición de primer partido en
Berlin con un porcentaje del 30% , y su candidato Wowereit será con seguridad el
próximo Alcalde de la ciudad. Pero, ante todo, la elección ha significado un
descalabro electoral gigante de la CDU y su candidato Frank Steffel, cayendo este
partido del 40,8% anterior a un 23,7 actual, obteniendo 35 asientos en un
parlamento de 141, contra 76 que poseía en un Parlamento de 169 asientos en
1999.
Tal descalabro, la CDU no lo había vivido desde 1948 y pudiera significar el fin de la
era de Angela Merkel, que cada día se vuelve más impopular a la cabeza de ese
partido. A juicio de Steven Erlanguer, el Correspondal de NEW YORK TIMES en
Berlin, “el resultado electoral puede hacer caer a Angela Merkel, que nadie espera
que pueda vencer a Schroeder en las elecciones generales fijadas de aquí a un año
más aumentando la presión para que el que Primer Ministro de Baviera, Edmund
Stoiber postule a la Cancillería”.
Pero a continuación, la elección del domingo ha llevado a un ascenso sin
precedentes de los ex comunistas -tal como se los califica a menudo- aunque su
nombre corresponde ahora al de Partido del Socialismo Democrático (PDS), que
lograron pasar de un 17,7% obtenido en la elección de 1999 a un 22,6 en la actual,
obteniendo un número de 33 asientos en un Parlamento de 141 y siendo además
candidatos potenciales a entrar a un gobierno de coalición con el SPD en Berlin.
Este es el resultado más alto obtenido por este partido desde la reunificación
alemana, hace 11 años atrás, a partir de la cual el partido ha venido obteniendo
pequeños pero siempre sostenidos ascensos electorales, y que en importante
medida se atribuye a la personalidad de su lider Gregor Gysi, que fuera justamente
el candidato a Alcalde por el partido en Berlin.
Todavía más, la elección ha demostraddo como nunca, la fuerte persistencia que
sigue teniendo la división Este-Oeste en Alemania, cuestión que al día siguiente de
aquella, han reconocido los comentaristas de los más importantes periódicos. En
una misma ciudad, como es Berlin, el PDS ha llegado a obtener hasta un 48,2 %
en los distritos del Este, y que antes de 1990 estaban situados en la zona dentro del
Muro, transformándose así en el primer partido en tal sector de la ciudad.
Extrapolando, podría llegar a afirmarse que la mayoría de los electores del Este de
Berlin, ha votado por un partido que es heredero del régimen que construyó el Muro.
Como contrapartida, el PDS obtuvo sólo un 6,7% en la región occidental de Berlin.
Sin embargo, este es también el resultado más alto obtenido en este partido en una
región occidental de Alemania.
La paradoja es que, 11 años después de la caída del Muro, la mayoría de la
población que estaba en ese sector de la ciudad, prefiere un partido que no estuvo
en contra del Muro, y no a los que eran contrarios a aquel, que descienden en las
preferencias del electorado. Según Erlanguer del NEW YORK TIMES, “Gregor
Gysi habilmente explotó las heridas psicológicas entre los del Este, quienes se
sienten ciudadanos de segunda clase en la nueva Alemania y a quienes se les
mandonea y se les paga menos por la misma clase de trabajo que realizan sus
contrapartes occidentales”.
Resta ver ahora cómo estará formado el futuro gobierno de coalición en Berlin. De
efectuarse una coalición con los ex comunistas, PDS, será la primera vez que este
partido llegue a formar parte de un gobierno en lo que era Alemania occidental. La
posibilidad habla más bien a favor de una coalición con partidos menores, Los
Verdes -que están en la coalición gobernante a nivel federal- y que obtuvieron un
9,9% contra un 9,1 en 1999. O los Liberales (FDP) que pasaron de un 2,2 % en
1999 a un 9,9 % en la actualidad, capitalizando sin duda votos de los descontentos
de la CDU.
Debiera señalarse, sin embargo, que Berlin no se puede extrapolar al resto de
Alemania, y en cierto sentido constituye una verdadera excepción. En su forma
física, Berlin es ante todo una urbe de grandes proporciones, si bien no es una
Mega ciudad como son New York, Ciudad de Mexico o Tokio. Resulta también
característico de esta ciudad, su atmósfera distendida, un espíritu tolerante y cierto
aire más popular que en el resto del territorio alemán, unido ello a una inclinación por
la producción intelectual refinada, lo que la vuelve un sitio de indudable atractivo,
todo lo cual le hace mantener diferencias con las opulentas y estrictas ciudades del
sur tales, como Frankfurt, Stuttgart o München.
Característicos son también de Berlin sus distritos de personalidad diferenciada,
por ejemplo, entre otros, el de Spandau, sector residencial, lugar de veraneo en el
pasado y de alto standard de vida en la actualidad. El de Charlottenburg, de
bulevares luminosos que obtendría fama por sus tiendas de marca y vida nocturna
antes de la caída del Muro. El distrito de Berlin-Mitte o Central, de oficinas
gubernamentales y embajadas, reconstruído en su totalidad actualmente y que se
levanta en la zona donde se situaba el Muro. Y, finalmente, el distrito de Kreuzberg
característico por sus modos de vida autónomos o alternativos, de donde obtienen
su mayor votación Los Verdes.
Berlin enfrenta ahora un futuro de cambio. En él, sus características de ciudad
distendida, libre, más popular que el resto del territorio y a partir de ahora, más
izquierdista también, se van a ir con seguridad notando y no es improbable que muy
pronto hagan noticia.-
RAL
Heidelberg, Alemania,
26 de Octubre 2001
(Una versión de este artículo fue publicado en el periódico digital "Primera Línea", de
Santiago de Chile, bajo el título de "Un Gay y los Ex Comunistas Desbancaron a la
DC de Berlín", "por Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg", 21 de octubre del
2001)