SE DEBATE EN ALEMANIA FUTURO DE
AFGANISTAN
Por Rolando Arturo Leiva
30 Noviembre del 2001
Heidelberg (Alemania) - El debate sobre el futuro de Afganistán ha comenzado
en Alemania con ocasión de la apertura de la Conferencia de Naciones Unidas sobre
ese país, iniciada el 27 de noviembre pasado en la ciudad de Bonn. Son las
Naciones Unidas las que organizan la Conferencia y son las que han tomado la
decisión que ésta se celebre en Alemania. El gobierno alemán se considera,
entonces, solamente el anfitrión pero no un mediador. Sin embargo, también el
gobierno alemán está aprovechando la oportunidad para hacer llegar su opinión
sobre el conjunto del problema, de acuerdo a un documento distribuído a la prensa
internacional por su Departamento de Prensa e Información (BPA).
En la Conferencia de Bonn, el gobierno alemán estima, en primer término, que
aparecen ligadas una serie de cuestiones que originan los puntos e instituciones
siguientes: el Programa de Acción Internacional para la Reconstrucción de
Afganistán; el Afganistan Support Group, -grupo de ayuda humanitaria a ese país,
presidido esta vez por el gobierno alemán; Europa en el Proceso Post Talebán; el
Fortalecimiento de la Alianza Internacional contra el Terrorismo; el Conflicto en el
Medio Oriente; el Diálogo con los Países Moderados del Mundo Arabe; y el Plan de
Acción de los Ministros de Hacienda del G7 para combatir el Terrorismo.
En relación a la Conferencia de Bonn, la situación actual le merece al gobierno
alemán la siguiente opinión: “una vez que en buena parte de Afganistán la población
se ha sacudido del yugo del régimen Talebán se debe poner en marcha un proceso
de estabilización duradera del país, que incluya la adopción de medidas de
emergencia para evitar una catástrofe humanitaria”.
También Alemania realiza en estos momentos preparativos para la reapertura de
su Embajada en Kabul -de acuerdo a lo que expresa el mismo documento anteriorcuyo
personal fuera retirado en 1989, habiendo sido designado ya un enviado
especial, el Embajador Daerr, quién viajó el 22 de Noviembre a Kabul al frente de
una delegación y dispuesto además la suma de 160 millones de marcos (80 millones
de dólares) para reconstrucción.
En relación al punto preciso del costo de la reconstrucción de Afganistán, el PNUD,
organismo de las Naciones Unidas para el desarrollo, estima que ese costo asciende
a la suma de 6,5 billones de dólares, si bien, otras fuentes llegan a estimarlo en la
suma más realista de 25 billones de dólares, cifra que se cita también en el
documento alemán.
Otra forma en que Alemania quiere involucrarse en el problema afgano, es
respaldando la política de la Unión Europea hacia este último país, consistente en la
actualidad en el otorgamiento adicional de la cifra de 350 millones de Euros para
reconstrucción (equivalentes a una cantidad ligeramente inferior de dólares) así
como la designación igualmente de un representante especial de la Unión Europea
para Afganistán.
Finalmente, en el ámbito algo distinto de la lucha contra la financiación del
terrorismo, el gobierno alemán ha querido subrayar su compromiso con aquel,
participando en la reunión del 6 de octubre pasado de Ministros de Hacienda del
G7, donde se aprobara un amplio plan para cortar las fuentes de financiamiento de
aquellos considerados terroristas. Hasta la fecha, tal plan -de acuerdo ahora a
estimaciones del gobierno norteamericano- ha permitido congelar más de 100
millones de dólares, correspondientes a 214 cuentas bancarias en Gran Bretaña,
EEUU y Alemania.
En relación a este último punto, el Ministro de Hacienda alemán Eichel, efectuó dos
proposiciones aprobadas en la reunión anterior, consistente la primera en la
creación de una “oficina central para el registro de cuentas bancarias”, (Central de
Evidencia Bancaria”) y otra de “oficina central para denuncias del blanqueo de
dinero”, (Investigaciones Financieras Extraprocesales).
Específicamente, en lo que dice relación con la Conferencia sobre Afganistán que
se está llevando a cabo en Bonn desde el miércoles pasado, 25 de noviembre, la
ONU ha advertido, sin embargo, de la posibilidad de que la Conferencia no llegue a
alcanzar finalmente los objetivos previstos.
En la Conferencia se encuentran participando 4 facciones políticas distintas de
Afganistán -incluída la que representa al rey de ese país depuesto en 1988 y que
reside actualmente en Roma- siendo la de Alianza del Norte la más importante, por
la obvia razón de que controla actualmente casi la totalidad del territorio, aspirando
este grupo, ahora, a recibir más bien el nombre de Frente Unido a fin de perder su
connotación regional.
El representante de la Alianza del Norte, Yunus Qanuni, había hecho saber su
acuerdo con la formación de un gobierno de amplia base, aunque no con la
formación de una fuerza multinacional de paz, como proponen otras facciones,
posición, sin embargo, que en las últimas horas había venido cambiando. Qanuni
proponía, en cambio, que las fuerzas militares de las otras facciones políticas se
integren a las de la Alianza del Norte para poder participar juntos en el control militar
y policial del país.
Los EEUU han tomado una posición más bien de observador en la Conferencia. El
representante de las Naciones Unidas para Afganistán, ha advertido a su vez que
ese organismo no considera a las actuales facciones asistentes como los
verdaderos representantes del pueblo de Afganistán, lo cual, sin duda, viene un
poco a nublar tanto el futuro, como el posible buen éxito de la Conferencia de
Bonn.-
RAL
Heidelberg, Alemania
30 de Noviembre 2001
(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital "Primera Línea", de
Santiago de Chile, bajo el título de" La Postura Alemana en Relación a Afganistán",
por "Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg", 2 de diciembre del 2001)