ACUERDO FINAL SOBRE EL MONTO A PAGAR
A LAS VICTIMAS LABORALES DEL
HOLOCAUSTO


Por Rolando Arturo Leiva
24 de marzo del 2000


Heidelberg (Alemania) - Se produjo finalmente un acuerdo -y que se estima
definitivo- sobre el monto total de U$ 5 billones de dólares a pagar a las llamadas
“victimas laborales“ del Holocausto. En tal caso se encuentran un conjunto de
poblaciones que explotaron en calidad de trabajo forzado los alemanes durante la
Segunda Guerra Mundial, sea fuera de Alemania o trasladándolas a este pais, y que
a menudo se les califica como “esclavos, empleados en su mayoria en campos de
trabajo forzado, o en especial en empresas e industrias alemanas en general. Se
calcula en este último sentido, que alrededor de 50 de las mayores empresas
alemanas actuales se beneficiaron de una u otra forma con este tipo de trabajo
forzado.


En el acuerdo, que se intentó alcanzar a través de un tiempo de más de un año,
participaron como partes principales, por un lado, la parte norteamericana,
representada por el Ministro del Tesoro de ese pais, Stuart Eisenstat; por la parte
alemana, el político liberal Otto Lambsdorf; y por último, con la participación de Israel
Singer, representando a la Conferencia Judia de Reclamaciones.
Se considera que el acuerdo beneficiará alrededor de 1 millón de personas a las
cuales se estima calificadas para hacer valer reclamaciones, en calidad de
trabajadores forzados de aquel tiempo, junto a unas 240,000 personas más, que en
especial trabajaron en los distintos campos de concentración, dentro y fuera del
territorio aleman.


La cifra de 5 billones dólares se distribuirá de la siguiente manera: U$ 906 millones
de dólares, serán recibidos por Polonia, que es el pais principalmente afectado, tanto
en su población judia como cristiana. Una cantidad similar se pagará a su vez a la
Conferencia Judia de Reclamaciones. Ucrania, recibirá US 862 millones de dólares.
Rusia, U$ 417,5 millones. Rusia Blanca, US 347 millones y la República Checa, U$
211,5 millones.


La cantidad restante de U$ 400 millones de dólares, será repartida entre otros
paises, y también irá en forma de reparaciones a diversas personas que sufrieron
daños, en especial, por ejemplo, mutilaciones fisicas a través de experimentos
médicos realizados por los alemanes con prisioneros en la Segunda Guerra Mundial.
Un billón de dólares será destinado en particular a una Fundación Alemana que se
dedicará a poner en práctica programas educacionales relacionados con el
Holocausto y sus aspectos diversos. De esta última cifra, se extraerá también algún
dinero destinado a compensar a personas que perdieron, ya sea propiedades,
dinero depositado en bancos alemanes o dinero que no les fue pagado por
compañías de seguro alemanas debiendo hacerlo.


El acuerdo pone fin a largos meses de negociaciones que estuvieron en varias
oportunidades a punto de terminar. “Estuvimos varias veces a punto de llegar al
colapso, pero salimos adelante“ - explicó Israel Singer.


En importante medida, el acuerdo es resultado también de las diversas presiones
que se realizaron sobre empresas alemanas en el extranjero y que se considera que
se beneficiaron con el trabajo forzado durante la Segunda Guerra, en el sentido de
que, si no pagaban, se iban a iniciar procesos en su contra. Por eso, el acuerdo
actual incluye el compromiso de dejar de lado la posibilidad de iniciar esos procesos.
Dentro de estas últimas empresas, se encuentran, por ejemplo, entre otras, Daimler-
Benz y Deutsche Bank, que mantienen fuertes inversiones en los Estados Unidos.
De la misma manera, durante la conversaciones, a menudo se quejó la parte
alemana de que se estaba realizando una presión indebida en su contra para
hacerles pagar. La parte contraria estimó, a su vez, que los alemanes estaban
manteniendo una actitud desafiante y no cooperadora durante las conversaciones.
Mirado en su conjunto, y a través del tiempo, la parte alemana fue la que debió ir
progresivamente cediendo, desde su oferta inicial de 1.7 billones de dólares hace un
año atrás, a la suma actual de U$ 5 billones de dólares.


Aparte de este acuerdo, Alemania ya ha pagado una suma de más de 50 billones de
dólares en reparaciones a las victimas del Holocausto desde la Segunda Guerra
Mundial en adelante, pero el tema de las reparaciones por trabajo forzado
-posiblemente por la cantidad de empresas alemanas que se beneficiaron con élhabía
tratado de ser evitado.


Muchas de esas empresas arguyen actualmente que el trabajo forzado les fue
impuesto y estuvieron obligados a practicarlo, por las disposiciones de gobierno nazi
de entonces.


Se alcanza por otra parte el acuerdo final, justo en el sensible momento en que está
teniendo lugar la visita del Papa Juan Pablo II a Israel, donde ha tenido palabras de
especial emoción para recordar las victimas judias del Holocausto. “Hombres,
mujeres y niños -dijo el Papa delante de una multitud reunida en Jerusalem- lloran
hacia nosotros desde la profundidad del horror que ellos conocieron. ¿Cómo
podríamos ser capaces de no acoger su llanto ?. Nadie puede olvidar o ignorar lo
ocurrido. Nadie puede minimizar la escala de ello“.


De la misma manera, el Primer Ministro Israeli, Edu Barak, quién perdió a sus dos
abuelos maternos en el campo de concentración de Treblinka, Polonia, recordó
estos hechos, y saludó la disposición del Papa a recordar el asunto.


Por último, se llega también a este acuerdo en momentos en que tiene lugar la
cumbre europea de Lisboa, cumbre caracterizada esta vez por las tensiones que ha
producido la presencia de las autoridades del nuevo gobierno de Austria, y su
canciller Wolfang Schuessel. Austria, como se sabe, ha sido objeto de sanciones
diplomáticas, principalmente a nivel protocolar, por parte de la comunidad europea,
debido a la inclusión en su gobierno del Partido Liberal de Jörg Haider, al cual se
acusa de haber introducido nuevas ideas de intolerancia racial en ese pais, que
según algunos, estuvieron presentes en las condiciones que permitieron que
cuestiones como el Holocausto y sus efectos -y que acuerdos como el actual
intentan ahora remediar-, tuviera lugar.-


RAL
Heidelberg (Alemania)
24 de marzo 2000