Situación por Países. Alemania.
ALEMANIA PLANTEA PROFUNDIZAR EL
MARCO EUROPEO COMÚN
Crisis del Euro. Declaraciones del Ministro de
Finanzas alemán Wolfang Schäuble y de la
Canciller Angela Merkel
Por Rolando Arturo Leiva
20 noviembre 2011
Heidelberg, (Alemania) - Durante la crisis del Euro, y pese a veces a ser su
posición interpretada de maneras contradictorias, Alemania, -de acuerdo a dos de
sus líderes más importantes-, tendía a aparecer ante todo en una posición de
defensa de Europa y sus instituciones comunes, y ello aún frente a los mismos
ciudadanos alemanes que muchas veces han expresado críticas respecto a los
compromisos y obligaciones asumidas por su país respecto a Unión Europea.
En una entrevista concedida al vespertino francés LE MONDE y AL NEW YORK
TIMES, una personalidad clave en la presente crisis, el ministro de Finanzas alemán
Wolfang Schäuble, ha colocado -dice LE MONDE-, todo su peso político en la
balanza, para que la misma Alemania “acepte aún más la integración europea”.
A juicio de Schaüble, eso constituye “nuestra gran misión”. La actual crisis del Euro
significa, entonces, desde el punto de vista alemán, solamente una oportunidad
para que Europa siga avanzando “porque en el mundo globalizado del siglo 21,
-explica Schaüble- tenemos necesidad de una Europa fuerte capaz de actuar sobre
la escena mundial”.
Las conclusiones que en opinión del Ministro de Finanzas alemán se pueden
extraer de la actual crisis del Euro resultan ser, entonces, primero, que a su juicio,
no basta solamente con una política monetaria común, -como la que llevó a la
creación del Euro y que en estos momentos comparten 17 de los 27 Estados
miembros de la Unión Europea, conformando la llamada Zona Euro-, sino ahora se
requiere también una Política Fiscal común de todos los Estados miembros de la
Unión Europea, cuestión que debe conducir a reforzar los criterios de Convergencia
entre los Estado miembros, aunque no tanto elaborando nuevos Tratados, -dice
Schäuble-, sino sólo modificando puntos específicos de los Tratados ya existentes,
especialmente el Tratado de Lisboa, permitiendo así contar con mecanismos más
eficaces de respeto a los compromisos colectivos adquiridos por los países incluídos
en la Zona Euro, así como una política presupuestaria común y un mejoramiento de
la competitividad de las distintas economías.
Ese es el camino dice Schäuble, para mostrar a los inversores del mundo entero
“que la moneda europea es creíble y todos los Estados miembros están resueltos a
transformarla en una divisa de reserva para todo el mundo, estable, digna de
confianza y capaz de durar en el tiempo“.
Dos factores, explicarían también, a juicio de Schäuble, la crisis actual. Por un lado
-dice- “la arquitectura” de la Zona Euro, que llevó a crear una moneda común sin
Política Fiscal común, y segundo, las insuficiencias del Pacto de Estabilidad que no
aseguraron la completa Convergencia económica de los países pertenecientes a la
Zona Euro.
Frente al tema debatido del impuesto que ha propuesto Alemania, -tal como
Francia-, a las transacciones bursátiles, lo que significaría la entrada de grandes
sumas de dinero a las arcas de la Unión Europea, y que se podrían usar para
financiar la deuda fiscal de algunos Estados, el impuesto -arguye Schäuble- “es
necesario y creíble”, y la única razón por la cual algunos países se oponen a dicho
impuesto, -dentro de los cuales se encuentra Inglaterra y Estados Unidos, señalando
que tal impuesto “no sería inmediatamente mundial”-, no es causa -dice- para dejar
de aplicar una política innovativa si existe necesidad de la misma, y especialmente,
teniendo en cuenta el papel que juega actualmente la especulación abusiva en el
problema de la deuda soberana en Europa, cuestión que ese impuesto desalentaría,
y si ese acuerdo no se alcanza a nivel de los 27 países de la Unión Europea,
-señala Schäuble- se debería tratar de obtenerlo por lo menos dentro de los 17
países que comparten el Euro.
A pesar de que el 70% de los ciudadanos alemanes considera que Grecia ya no
tiene futuro en la Zona Euro, como expresa LE MONDE, Schäuble, en cambio, dice
no compartir de ninguna manera esa opinión, y arguye que “Alemania hará todo lo
posible y hasta el final para que Grecia permanezca en la Zona Euro”.
Al contrario de preparar una división de la Zona Euro, su país, entonces, “por cierto
que no la quiere” responde Schäuble a LE MONDE, siendo en cambio su objetivo
precisamente mantener la cohesión de la Zona Euro para contar con mecanismos
más eficaces de respeto a los compromisos adquiridos, una política presupuestaria
común y el mejoramiento de la competividad de las economías de los países que
participan en la Unión Europea.
A excepción de un partido político de pequeña figuración en Alemania, la mayoría de
los alemanes no son entonces euroescepticos, -declara Schäuble- y defiende su
opinión favorable de que la elección del Presidente de la Comisión Europea se
realice por sufragio universal, -que es lo que está proponiendo actualmente su
partido, el CDU (Democracia Cristiana)-, lo que haría aparecer definitivamente a
Europa como una entidad politica nueva.
Por su parte, efectuando un discurso ante el mismo partido, CDU, en Leipzig, la
Canciller alemana Angela Merkel, y hablando en un auditorio tras cuyo escenario
había una gigantesca leyenda en donde se encontraba escrito Alemania- Europa,
consideró que, a raíz de la crisis del Euro, se vivía en Europa la etapa mas grave
desde la 2a Guerra Mundial, y repitiendo, ante el aplauso de la concurrencia,
“nuestro destino es Europa”.
De la misma manera, a juicio de la Canciller alemana, la superviviencia de la Unión
Europea, “merece todos nuestros esfuerzos, pues si el Euro fracasa Europa
fracasa”.
En torno a temas puntuales, la posición alemana generalmente ha sido entendida
por otra parte, como el tratar de acentuar la llamada disciplina presupuestaria, o la
llamada política de austeridad, que sin embargo ha sido muy impopular en países
afectados por la crisis de la deuda soberana, tales como Grecia, España e Italia
debido a los cortes realizados a los gastos públicos, para no generar con ello una
política de endeudamiento adicional, ni a nivel de todos los países que comprende
la Unión Europea. Ello ocurriría si el Banco Central Europeo comprara por ejemplo
más Eurobonos, es decir mayores títulos de deuda de los Estados con déficit fiscal,
situándose con ello más allá del mandato que tiene. Al mismo tiempo, -dice
Alemania- se debe llevar a cabo una modificación puntual a algunos Tratados para
reforzar los criterios de Convergencia entre las Políticas de los distintos Estados
miembros de la Unión Europea, disponiendo así de mayores herramienta legales a
fin de que el conjunto de los países o Estados miembros se den reglas que cada
país deba respetar, criterios que en su mayor parte corresponden a cláusulas de los
Tratados existentes, y cuyo no aplicación -estima Alemania- podría llegar a fragilizar
ahora sí verdaderamente la construcción europea.-
Rolando Arturo Leiva
Heidelberg, Alemania
20 noviembre 2011
(Una versión de este artículo fue publicada en la News Letter - “InterEuropa Reporte”
- “La Crisis del Euro” noviembre 2011)