Latinoamérica – Insurgencia
GRUPO ARMADO REALIZA SECUESTROS Y
LIBERACIÓN DE REHENES AL SUR DEL PERÚ
Por Rolando Arturo Leiva
15 abril 2012
Heidelberg, (Alemania) - El secuestro de diversos trabajadores de empresas que
trabajan en la extracción de gas natural el día 9 de abril pasado, -pese a haber declarado
el Presidente del Perú Ollanta Humala, el vienes 6 de abril, que el grupo guerrillero que
se conoce con el nombre de Sendero Luminoso había sido derrotado completamente en
la región del Alto Huallaga, una zona próxima al Cuzco-, obligó a realizar nuevas
operaciones en la zona al sur- este de esta última ciudad, hasta que los rehenes fueran
liberados sin lucha, la madrugada del 14 de abril del presente.
Al momento de su captura, todos los secuestrados pertenecían al personal de las
empresas Conga y Shaska, empresas subsidiarias del consorcio Camisea, que se dedica
a la extracción de gas natural.
De acuerdo a versiones locales e internacionales, no había sin embargo consenso en
relación al número de personas secuestradas, estimándolas algunas en 7, 36, o 43
personas.
El secuestro ocurriría cuando, alrededor de unos 70 miembros del grupo armado,
ocuparon el poblado de Kepashiato y se los llevaron como rehenes, capturando,
además, a un médico y a una enfermera los que fueron liberados después.
A raíz del secuestro, el gobierno declaró el estado de emergencia en el departamento de
Echarate, movilizando una cantidad de fuerzas de alrededor de unos 1500 hombres.
Según lo señalado por fuentes diversas, al momento de hacer la captura de los rehenes,
el grupo armado se encontraba dirigido por Martín Quispe Palomino, conocido como
camarada Gabriel, y que es hermano de otro jefe de la agrupación Sendero Luminoso en
la región, Victor Quispe Palomino, conocido a su vez bajo el apodo de José.
La zona donde opera el grupo y donde aparentemente se mantuvo cautivo a los rehenes,
corresponde a la del valle de los ríos Apurimac y Ene, que habitualmente es conocida
bajo la sigla de VRAE.
Porteriormente, a través de diversos medios, los integrantes del grupo hicieron llegar la
exigencia que se les pagaran 10 millones de dólares para poner en libertad los rehenes.
También otorgaban un plazo de 24 horas para concluir las negociaciones, exigiendo al
mismo tiempo que se les hiciera entrega de material explosivo y fulminantes, junto a un
pago anual de 1.2 millones de dólares.
De la misma manera, pedían la libertad del líder del grupo conocido como camarada
Artemio, que fuera detenido en febrero pasado herido, y que fuera considerado como el
golpe el más grande recibido por esta agrupación en los últimos años.
Durante las operaciones para liberar a los rehenes, murió una capitana de la policía
llamada Nancy Flores, y un técnico del Ejército, y un guía civil resultaron heridos, cuando
el helicópero en que viajaban fuera atacado por miembros del grupo armado y recibiera
impactos de bala.
El relación al secuestro, el Presidente Ollanta Humala, que se aprestaba a viajar la
Cumbre Latinoamericana en Cartagena, Colombia, declaró que en relación a las
peticiones del grupo, “el gobierno no negocia con terroristas, el gobierno actúa en el
marco de la ley”.
El grupo de rehenes, cuyo número fue posteriormente situado en 36, sería liberado por
último alrededor de las 04.00 del sábado 14 de abril, después que caminaran todos 7
horas para llegar a la localidad de Chanquiri. A continuación, los rehenes liberados fueron
trasladados en bus hacia la población de Kateni, donde los esperaban sus familiares,
indicándose que no se registraban señas de maltrato físico o heridas.
De acuerdo a fuentes extraoficiales, se considera que alguna de las empresas a que
pertenecían los trabajadores, podría haber pagado alguna suma por su rescate, versión,
sin embargo, que no ha llegado a ser confirmada.-
Rolando Arturo Leiva
Heidelberg, Alemania
15 abril 2012
(Una versión de este artículo fue publicada en la News Letter Latinoamérica-Reporte 2ª
quincena de abril 2012)