DECEPCIONANTE RESULTADO DEL
PLEBISCITO EN FRANCIA


Por Rolando Arturo Leiva
26 septiembre 2000


Heidelberg (Alemania) - Francia acusa graves signos de cansancio político. Esta
impresión se evidenciaba ayer y hoy en distintos círculos políticos de Europa, a la
luz del resultado del Plebiscito celebrado en ese país el domingo pasado. Llamados
a decidir sobre el tema de la reducción del período presidencial, de 7 a 5 años,
-calificado en Francia como plebiscito de “quinquenio seco”, en alusión a haber sido
prácticamente impuesto por el Presidente de la República Jacques Chirac al
Parlamento y al Gobierno, excluyendo otras materias que este último quería hacer
contener en aquel- una mayoría de un 73,15% ha votado por el SI a la reducción
del período presidencial. Pero el Plebiscito propiamente tal ha concluído con una
cifra de abstención mayoritaria, prácticamente del 70% (68,68), la cifra más alta de
abstención registrada nunca en un Plebiscito en toda la historia de la V República. A
diferencia de otros países, Francia no requiere de un determinado “quorum” para
que un Plebiscito (o Referendum como se lo denomina en este país) sea aprobado,
caso de Italia, por ejemplo, cuya Reforma Electoral, -que fuera propuesta no hace
mucho tiempo- no llegaría nunca a ser implementada al producirse una abstención
mayoritaria en la consulta plesbiscitaria citada al respecto. Cundía así la opinión de
que el resultado plesbiscitario, representaba una derrota de la coalición Jospin-
Chirac, así como de la clase política francesa y el estilo mismo de gobierno
democrático que se encuentra en práctica en estos momentos, estaba en cuestión.
Si el 73,15% de los votos emitidos se pronunció por el SI, el porcentaje -pero
siempre, solamente de los votos emitidos- que votó por el NO, no es tampoco nada
despreciable, y se considera favorable para la extrema izquierda y los comunistas
que, precisamente, llamaron a votar por la opción NO: un 27,09%. Y también se
considera bastante significativo que, un 5% de los que efectivamente votaron, lo
hicieran en nulo o en blanco, un signo más de rechazo al sistema político.
Un poco entusiasmado Chirac aparecería enfrente a las cámaras el domingo pasado
a las 20.15 H dirigiéndose a la nación desde el Elíseo, para “alegrarse” de la victoria
del SI y agregar a continuación, que la abstención significaba en principio, “que no
hay suficiente democracia, y sobre todo, que no hay nunca dejar de consultar a los
franceses”. Chirac es de opinión que hay que recurrir al Plebiscito “más seguido” ...
para dejar de estar así en “una democracia confiscada”. De parte de la
administración Jospin, saldría a su vez un corto comunicado lamentando “la
participación tan débil en la consulta”, aunque sosteniendo que el Plebiscito no hay
que tomarlo más que como una anticipación a otros que vendrán, “para contribuir a
democratizar y modernizar las instituciones”.
Voz autorizada y representante de la misma derecha francesa encarnada por
Chirac, el Ex Presidente Giscard D’Estaing, delante de los resultados, sostendría
igualmente que la abstención no es un rechazo contra el período quinquenal, sino
un rechazo “al Plebiscito en sí” , por no incluir otras materias que sí son de
verdadero interés para la población.
Para la izquierda y los comunistas, partidarios de votar por el NO, la abstención
mayoritaria no ha pasado a ser, sin embargo, propiamente su triunfo, aunque
constituye -han señalado- una “farsa trágica”, un “shock político”.
Las verdaderas palabras de júbilo por el resultado, -es decir, por la mayoría obtenida
por la abstención-, a través de la cual unos 26 millones de franceses no llegaron a
concurrir a las urnas-, han sido pronunciadas por boca de su exponente radical,
Jean Marie Le Pen, persona, por lo habitual, de tendencia al lenguaje extremado:
“Esto es una desaprobación” -ha dicho-; “esta cosa se llama una paliza”, “una
gigantesca patada en el trasero”, “una victoria a lo Pirro”.
Para Le Pen, el discurso de Chirac del domingo, es también “lastimoso, lamentable,
abracadabrantesco”. Señala, por lo tanto, que solicita respetuosamente la dimisión
de este último.
Otros indicadores actuales en Francia, no son más felices. Las cifras recientes de
crecimiento económico, se sitúan por debajo de las previsiones. La balanza
exportaciones/importaciones registra también algún déficit. Se trata, en fin, de un
panorama deslucido que puede estar augurando ya un principio del fin para la
coalición Chirac-Jospin.-


RAL
Heidelberg, Alemania
26 septiembre 2000