LA ONU COMIENZA A INVESTIGAR LA
SITUACIÒN EN CHECHENIA
Por Rolando Arturo Leiva
1 Abril 2000
Heidelberg (Alemania) - Llegó a Moscú, el viernes 31 de marzo pasado, la Alta
Comisionada de los Derechos Humanos, Mary Robinson, a fin de investigar la
situaciön de esos derechos en la región de Chechenia, el país Caucásico que se ha
mantenido en conflicto casi ininterrurmpido con Rusia desde el año 1996. Mary
Robinson -que había sido mirada con mucha suspicacia por las autoridades del
Kremlin a raíz de sus comentarios sobre esa cuestión- planea visitar la región, para
después entrevistarse personalmente con Vladimir Putin en Moscú
Con esto, las Naciones Unidas comienzan a tomar parte activa en la preocupación
que diversas naciones -incluídos los Estados Unidos y las principales naciones
europeas- han expresado por la naturaleza de las operaciones ”antiterroristas”
llevadas a cabo por fuerzas especiales rusas, en el país Caucásico. Para el
recientemente elegido Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en cambio, esas
operaciones han sido llevadas a cabo en todo momento en forma correcta y legítima,
con el fin de frenar la acción de bandidos, terroristas y traficantes de droga, que es
como el gobierno ruso se refiere a los rebeldes chechenos.
Otros organismos, como la Organización para la Seguridad y la Cooperación en
Europa (OSCE) y una organización de defensa de los derechos humanos con sede
en Washington, conocida con el nombre de Human Rights Watch, habían venido
efectuando constantes denuncias sobre el deterioro de la situación de los derechos
humanos, a causa de la campaña rusa en Chechenia.
Debido, precisamente, a una de esas denuncias, de la organización Human Rights
Watch, las autoridades rusas arrestaron a un oficial de sus fuerzas de alto rango, en
lo que se considera como un primer gesto ruso de buena voluntad hacia las
naciones occidentales, a fin de apaciguar sus críticas sobre el comportamiento ruso
en Chechenia. Las autoridades militares en la región comunicaron, el jueves 30 de
marzo pasado, el arresto y sometimiento a proceso del comandante de un
regimiento blindado, el coronei Yuri Boudanov, por el secuestro, la violación y el
asesinato de una muchacha chechena de 18 años. Los detalles de estas acciones,
cometidas cerca de la villa de Tangi Chu, por el coronel Boudanov y sus hombres,
habían sido conocidos y recolectados por Human Rights Watch, señalando que la
muchacha fue secuestrada sacándosela de su casa, luego violada en un vehículo
blindado, y posteriormente transportada a las montañas, desde donde fue devuelto
su cuerpo sin vida.
Hasta ahora, todos los informes por atrocidades cometidas por las fuerzas
especiales rusas que operan en la región -y a las que se da, por lo habitual el
nombre de ”omones”- habían sido desestimadas por el Kremlin, considerándolas
”propaganda terrorista” que difundían periodistas, al servicio de agencias de
inteligencia extranjeras.
Las denuncias realizadas contra acciones de las fuerzas rusas en la region,
consisten, principalmente, primero, que sus fuerzas militares han utilizado una fuerza
excesiva e innecesaria durante la campaña en Chechenia, segundo, que han sido
ante todo los civiles el blanco principal de los bombardeos, tanto de la artillería como
de la fuerza aérea rusas, y en tercer lugar, que los soldados rusos han saqueado
casas y violado y asesinado civiles.
Por su parte, el Consejo Europeo, organismo que se dedica a observar la situación
de los derechos humanos, discutirá también, este mes de abril, la posibilidad de
expulsar a Rusia de ese organismo, si se compobaran tales denuncias.
A la detención del coronel Boudanov, se unió, sin embargo, -el mismo jueves pasado
30 de marzo- también otro anuncio del nuevo Presidente de Rusia, Vladimir Putin,
autorizando la entrada y la visita de representantes de la Cruz Roja Internacional a
campos de detención de prisioneros, tanto en Rusia como en Chechenia, los cuales
han sido objeto también de constantes denuncias como centros de mal tratamiento y
tortura. El Presidente de la Comisión Internacional de la Cruz Roja, Jakob
Kellenberger, declararía así, en Moscú, en relación al anuncio, que se había dado
un paso muy importante, en “estar de acuerdo con la más alta autoridad, pero
todavia se debe negociar la fecha y las condiciones de la residencia nuestra en
Chechenia”. Tal como se recordará, 6 miembros de un grupo de la Cruz Roja, -
formado en algunos casos por personal médico- fueron asesinados en la misma
Chechenia el año 1996, lo que condujo a la salida definitiva de la Cruz Roja de esa
region.
Coincidiendo con esos anuncios, se está realizando también en estos momentos la
visita del Canciller alemán Gerhard Schroeder a Georgia -uno de los cuatro países
Caucásicos, junto a Armenia, Chechenia y Arzeibeijan- desde donde ha declarado
también su “ profundo pesar” por la violación de los derechos humanos en
Chechenia, exhortando al Presidente Putin a buscar una solución política al conflicto.
Señaló Schroeder que intentaría que la Unión Europea realizara el estudio de un
posible pacto de estabilidad para la región, tratando de encontrar una solución de
conjunto al problema.
Mientras tanto, las operaciones militares no parecen haberse detenido del todo en
Chechenia, tal como se desprende de un comunicado oficial ruso donde reconoce la
desaparición de entre 39 a 49 soldados de ese país, a causa de una nueva
emboscada por parte de rebeldes chechenos. El diario alemán de München,
Süddeutsche Zeitung, reporta, a su vez, haberse encontrado el cadáver del
comandante Shpigun, jefe de una unidad de tropas especiales rusas, cuyo paradero
se desconocía también.
En otro acontecimiento distinto, -aunque ligado a la guerra en Chechenia-, el ex
Premier soviético Mijail Gorvachov, de visita en Roma, pareció apoyar implícitamente
la política de Vladimir Putin hacia esa región, señalando, en una entrevista a una
periodista de La Reppublica, que toda la responsabilidad de la guerra en Chechenia
recae sobre Yeltsin y los miembros de su equipo de gobierno por ”haber bajado las
armas delante del jefe de los rebeldes Chechenos, -Dudaev-, violando con ese
acuerdo leyes, y creando un hoyo negro en el cuerpo de Rusia, de donde han salido
cuestiones tales como las maquinaciones financieras, el bandidismo y la droga”.
Gorvachov declaró asimismo que ahora se sentía mejor viviendo bajo el nuevo
gobierno de Putin, en contra de lo que hiciera Yeltsin, que lo había transformado a él
en ”un disidente en su propio país”
RAL
Heidelberg (Alemania)
1 abril 2000