Europa
AGRICULTURA INDUSTRIAL CUESTIONADA
Por Rolando Arturo Leiva
16 marzo 2001
(Heidelberg) Alemania – El Modelo agropecuario económico e industrial vigente,
empezaría recientemente a ser cuestionado en Europa, desde el momento que los
sucesivos desarrollos de la crisis agropecuaria, en curso actualmente, parecen estar
demostrando que las razones del problema actual hay que buscarlas más bien en
cuestiones de fondo que meramente coyunturales.
En primer término, parece no resultar de ninguna manera casual que los dos brotes
graves de infección animal ocurridos hasta la fecha, hayan partido de Gran
Bretaña, país extremadamente avanzado en relación a las medidas de control
sanitario, pero también un país que ha llevado la industrialización casi a los
menoresaspectos. En 1967, cuando apareciera otro brote de la misma enfermedad
en dicho país, -y que condujo en ese entonces al sacrificio de 467 mil cabezas de
ganado- el promedio de animales que existía por granja era de 100. En ese año, la
peste se encontró confinada, no obstante, sólo a una estrecha franja territorial.
Ahora, sin embargo, el impacto puede ser mayor a causa de que la cantidad de
animales por granja ha subido a 600 y, conjuntamente con ello, por razones
económicas se han suprimido casi todos los mataderos pequeños, lo que obliga a
que los animales deban viajar grandes distancias para llegar a los masivos
mataderos actuales, y esto va a explicar a su vez que el virus se propage con tal
rapidez a diversas regiones.
Pero otras voces han ido todavía más lejos, señalando ya no sólo a todo el modelo
económico agrícola industrial vigente como el responsable, sino aún más, al mismo
tipo de vida actual y a la cultura existente en estos momentos como parcialmente
responsables también.
Fenómenos ante todo como la globalización, el intercambio comercial incesante y el
transporte permanente de animales de un país a otro, han producido que ningún
país pueda considerarse ya a salvo de la posibilidad de una infección ganadera. Y a
ello hay que agregar, además, que desde 1986, fecha de la aparición del brote de
ESB (Encefolapatía Espongiforme Bovina) o de “vacas locas” en Gran Bretaña, la
carne y los productos agrícolas británicos han sido enviados a todas partes del
mundo. Hoy por hoy , la enfermedad aparecida en ese país se registra por eso
además en Francia, Italia, Suiza, Alemania, Portugal, Irlanda y España. Organismo
mundiales como la FAO, -el órgano de las NU para la alimentación-, insisten por
eso que ningún país está en este sentido exento de riesgos.
Pero, más importante aún que todo lo anterior, es que la misma granja moderna,
factoría o granja procesadora de carne, ha pasado a ser considerada como una
estructura que está prácticamente pavimentando el camino a la aparición y
propagación de estas enfermedadedes, así como de otras nuevas que quizás están
por venir. Primeramente, en estas granjas, va a ocurrir, que animales genéticamente
iguales, estén mantenidos en sitios que constituyen verdaderos depósitos o
bodegas de mercadería, desprovistos de espacio, y carentes de aire y de luz.
Bañados además a toda hora del día por sus excrementos, se crean así finalmente
las condiciones para la aparición de un medio ambiente que algunos científicos han
llegado a calificar como un verdadero “carnaval de proliferación de microbios”. A
continuación, las plantas procesadoras de carne, harán uso de restos y de los
desperdicios sobrantes del cuerpo de un animal, preparando comida animal con
ellos y que después volverán a ingerir otros animales. Al mismo tiempo, la carne
en sí, pasa a ser procesada a una velocidad tan sideral, que las bacterias propias
de un cuerpo vivo, no llegarán a morir conjuntamente con aquel cuerpo, teniendo,
entonces, tiempo para reproducirse y buscar a quién transmitirse, siendo, además,
toda la carne procesada, mientras existen a su lado sangre, heces y diversos
otros agentes contaminantes. También estas plantas procesadores de carne han
llegado a producir un fuerte impacto en el medio ambiente natural, cuando
montañas de restos y de basura corporal animal, sean arrojados al exterior
destruyéndose así ecosistemas y afectando a las comunidasdes rurales que se
encuentran en las proximidades. Algunos otros fenómenos, por ejemplo, el
sobreuso de antibióticos, han llegado igualmente a tales extremos, que un estudio
en los EEUU , comprobaba que en las granjas animales las dosis de antibióticos
que se utilizan son 10 veces más grandes que en los humanos, y esto traerá, al final,
como resultado, la aparición de virus resistentes a aquellos, los cuales después se
trasmiten a los seres humanos.
Las granjas para producción de carne animal, opinan muchos ahora, debieran ser
consideradas, ante todo, estructuras donde se alberga a entes vivientes y no
simplemente a piezas mecánicas de una correa de ensamble. Experimentos
realizados en este sentido, permitiendo a los animales salir al exterior y atendiendo a
la salud y al buen aspecto de aquellos, -como en Suecia, por ejemplo,
recientemente- han tenido como resultado el que no aparezca ningún nuevo caso
infeccioso. De la misma manera, en Alemania, el nombramiento de una nueva
Ministro de Agricultura, parece sugerir igualmente la intención de llevar a cabo una
política en tal dirección.
Muchos indican, finalmente, que los argumentos de economía brindados para
apoyar la existencia de las granjas actuales, han terminado por caer en el decrédito
más general, desde el momento que, a causa de las infecciones recientemente
producidas, las pérdidas superan el billón de dólares en Gran Bretaña y amenazan
hoy por hoy con la paralización de todo un sector económico -el agropecuario-, a
causa de la caída general del consumo en el continente europeo.-
RAL
Heidelberg, Alemania, 16 marzo 2001
(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital Primera Línea, de
Santiago de Chile, bajo el título de Agricultura Industrial Cuestionada en Europa,
por Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg, 18 de marzo 2001)