NUEVO GOBIERNO AMATO EN ITALIA, O
UNA POLITICA EN PROCESO DE CAMBIO


Por Rolando Arturo Leiva
22 de abril 2000


Heidelberg (Alemania) - La crisis política que se abriera en Italia con las elecciones
locales del domingo pasado 16 de abril 2000, forzando la renuncia al Premier
Massimo D’Alema ha concluído. El viernes pasado en la noche, el Presidente de la
República Carlo Azeglio Ciampi, ha designado a Giuliano Amato como posible
Premier con el encargo de formar un nuevo gobierno y obtener la mayoría necesaria
en la Cámara Baja.
La decisión del Presidente de la República italiana sería a su vez el resultado de
intensas gestiones que se desarrollaron a través de 16 horas de reuniones y
consultas políticas que permitieron la Presidente arribar a la conclusión que el
designado, Giuliano Amato, era la persona indicada para obtener los 314 votos que
necesita en la Cámara de Diputados, disponiendo así de mayoría para iniciar su
gobierno.
La designación de Giuliano Amato ocurre mientras el clima de presión creado por el
vencedor de las elecciones del domingo, el Polo de la Libertad, con Silvio Berlusconi
a la cabeza, sigue arreciando. Berlusconi solicitaba anticipar las elecciones
generales que están fijadas para el término de la actual legislatura ordinaria en 13
meses más, a fines de abril del 2001.
Explicando su designación, así como el rechazo a la petición de Berlusconi, el
Presidente de la República italiana daría sus razones de la manera siguiente: “En
una democracia parlamentaria como la nuestra, el Presidente de la República no
puede disolver la Cámara si antes no se ha demostrado la incapacidad de aquella
para formar una mayoría capaz de sostener al gobierno. Y de las consultas
realizadas ha surgido en cambio el hecho que de que existe una mayoría que desea
la formación de un nuevo gobierno y también están de acuerdo con que Giuliano
Amato sea la persona adecuada para guiar el Ejecutivo……….”.
Junto con su designación, el nuevo candidato a Premier, Amato, recibe también un
Mandato que ha merecido en general el calificativo de estricto. Se trata
primeramente, de que debe realizar ante todo un gobiermo de transición que dure
hasta el término de la legislatura ordinaria. En segundo lugar, aprobar la Reforma
Electoral que todos los sectores consideran imprescindible para hacer que se
exprese en mejor forma la voluntad popular. Finalmente, reducir el número de
ministros y de sub secretarios a fin de no dar lugar a la crítica de que se intenta
aumentar falsamente la representación en el gobierno para conquistar nuevos votos.
Giuliano Amato no resulta desde luego un desconocido para la política y la historia
italiana recientes. Después que su apodo de Doctor Sutil se popularizara -por lo que
se considera su estilo circunspecto y delicado de hacer política-, Amato, primero,
haría carrera académica, titulándose en Derecho y enseñando esa cátedra en las
Universidades de Módena, Florencia, Peruggia y Roma hasta el año 1978. Una vez
abandonadas las aulas, el siguiente paso sería entrar a formar parte del gobierno de
Bettino Craxi llegando considerársele el número 2, tanto de ese gobierno como del
Partido Socialista Italiano. Dicha experiencia de gobierno no ha sido naturalmente
del agrado de todos, como por ejemplo del ex juez y actual senador Antonio Di
Pietro que lo acusa hoy de haber sido “el Richelieu“ de Craxi en aquellos momentos.
El año 1992, es por primera vez llamado a formar gobierno. Y el encargo se lo
otorga el Presidente de entonces Oscar Luigo Scalfaro, en uno de los momentos
más delicados de la historia italiana moderna, cuando el país había dejado de
pertenecer recién al sistema monetario europeo, cuando la lucha contra la Mafia
alcanzaba episodios verdaderamente guerreros en el sur del país, y cuando la
Operación MANI PULITE (Manos Limpias) hacia caer tras de sí a no menos del
tercio de toda la clase política italiana existente en tales momentos. Amato pasaría la
prueba. Italia, gana gracias su gestión y esto le ha valido un cierto consenso a su
favor. Hoy día, Giuliano Amato, de 62 años, es considerado un político liberal, con
fuerte inclinación a la economía de libre mercado. Ministro de Finanzas del gobierno
D’Alema, el día de su nombramiento, retornaba de los EEUU justamente en el
desempeño de su funciones.
Pero el nombramiento y las carácterísticas personales de Amato, hablan, sin duda,
acerca de que un creciente fenómeno de retroceso en las posibilidades de la
llamada centro-izquierda, -que conquistara el gobierno primero a través de Romano
Prodi, y que continuara después a través de D’Alema- está teniendo lugar. La
fisonomía de este conglomerado político ya empieza a volverse borrosa y esto
parece estar en perfecta consonancia con la personalidad misma de Amato: la
neutralidad política en todo sentido parece ser su característica más dominante.
La política italiana, -dice Thomas Friedman en un editorial del NEW YORK TIMES
del 22 de abril recién pasado (2000)- se ha transformado en una “pasta primavera”.
La actual coalición de centro izquierda está integrada en realidad por católicos, ex
demócrata cristianos, ex comunistas, ahora, por fervientes partidarios de la
globalización, verdes, etc. Italia, -termina argumentando- Thomas Friedman
constituye el ejemplo perfecto de lo que sucede a un país cuando pasa de la
mentalidad de la Guerra Fría a la de la Globalización, pero sin realizar un ajuste
interior.
El retorno de Amato al gobierno supone en la práctica retrotraer la política italiana a
una fase de varios años atrás. Más aún, significa una fase donde “las políticas“, aún
las opuestas, comienzan a hacerse indistinguibles unas de otras. Amato es hoy
ciertamente una tabla de salvación para el centro-izquierda, luego del revés electoral
del domingo y de un Berlusconi todavía crecido. Pero el mismo Amato, contribuye
cada vez más a no saber exactamente qué es ya centro-izquierda en Italia.-


RAL
Heidelberg (Alemania)
22 abril 2000