UNA DESAFAVORABLE COMPARACIÒN
Violencias durante la G8 y las alusiones a Chile
Por Rolando Arturo Leiva
3 de agosto 2001
Heidelberg (Alemania) - Fue “una noche chilena”, ..... “un clima chileno”...., el
cuartel de la policía era un “lager sudamericano”, ..... “no puedo correr el riesgo de
hacerme llamar Pinochet”......, “represalias al estilo chileno”, son algunas de las
alusiones que se han popularizado en Italia para caracterizar la brutalidad de la
acción policial ocurrida la noche del 21 de julio 2001, durante la Conferencia G8 en
Génova.
La historia comenzaría aproximadamente de la siguiente manera:
Son cerca de las 23.30 H de la noche del sábado 21 de julio y ya va estar por
pensarse en Génova que lo peor ha pasado. El día anterior, fecha de la abertura de
la Conferencia G8, ha caído muerto, de un disparo efectuado por un policía, el joven
genovés Carlo Giuliani, en momentos que un grupo de manifestantes atacaba un
jeep policial atrapado entre las cargas y contracargas de policías y manifestantes.
Sin embargo, a esas tardías horas de la noche, se hace presente en la Escuela
Armando Diaz de Génova, local del GSF (Genoa Social Forum) -el principal grupo
activista que ha llamado a efectuar manifestaciones pacíficas en contra del G8-, un
destacamento especial de la policia penitenciaria romana, vestido con tenidas de
camuflaje, guantes negros, cartuchera de pistola colgante al cinto, chaleco antibalas
y laques, conocido como GOP (Grupo Operativo de la Policía) al mando de un ex
general del Sisde, que responde a su vez al nombre de Vincenzo Canterini. El grupo
asciende a unas 70 personas y hacen violenta irrupción en el local de la escuela.
Ocurren gritos, tentativas inutiles de impedirles entrar y el intento de uno de lanzarle
una cuchillada a un policía, la que detiene su chaleco antibalas. La irrupción es
brutal. Todos los allí presentes son llevados detenidos en número de 93. La sala de
periodistas resulta arrasada y los computadores son destruídos. Manchas de sangre
salpican todo el piso y las paredes, todo lo cual será profusamente mostrado por las
fotografias de prensa en los días siguientes.
Será al otro día, el domingo 22 de julio, cuando el Presidente del Genoa Social
Forum, Vittorio Agnoletto, se refiera por primera vez a lo sucedido la víspera,
diciendo “fue una noche chilena”. Y la expresión quedará y empezara a usarse
repetidamente en los días que vienen.
Lo peor de la noche anterior estaba sin embargo aún por acontecer y no se le
empezará a tomar el peso sino hasta varios días más tarde, cuando ya se vayan
disipando los ecos de la Conferencia G8. Después del allanamiento al GSF los
detenidos del GSF serían trasladados al hoy tristemente célebre cuartel de
Bolzaneto, terminando, de 93 personas inicialmente detenidas, 63 en el hospital a
causa de heridas graves producidas por la policia durante el tiempo que se
encontraban en detención, entre las que se cuentan fracturas diversas, heridas
cortantes, obligando a aplicar puntos de sutura, desprendimiento de páncreas, y
en un caso, estado de coma. Sin embargo, de los 93 arrestados y pasados a los
Tribunales, estos últimos aceptarán sólo en 10 casos abrir un proceso, quedando
solamente una persona en prisión, para ser liberados prácticamente la totalidad
alrededor de 3 días después.
El escándalo subirá progresivamente de tono, casi eclipsando el significado mismo
de la Conferencia G8 y llegará a abarcar la totalidad del gobierno italiano, a la
Policía, a diversas instituciones y países europeos y siempre, lamentablemente, con
el nombre de nuestro país y el de chileno, empleado como sinónimo para designar
actos policiales ilegales contra los detenidos, violencia en forma brutal. y en general
procedimientos policiales efectuados sin dar la cara, todo ello, ocurriendo ya a más
de 11 años del fin del régimen en Chile del general Pinochet.
Así, por ejemplo, la principal figura del partido más poderoso de oposición actual al
gobierno de Berlusconi, Massimo D’Alema, ex jefe del gobierno, calificará lo
sucedido como “un clima chileno y violencias de signo fascista y represalias al estilo
chileno ...”.
El propio Primer Ministro actual de Italia, Silvio Berlusconi, una de las figuras más a
la derecha que ha aparecido en Europa en el último tiempo, fundamentará por
ejemplo su negativa inicial a concurrir al Senado para brindar explicaciones sobre lo
sucedido, diciendo: “Si las cosas están así yo no voy a caer en la emboscada de la
oposición. No puedo correr el riesgo de hacerme llamar Pinochet en la sala del
Senado. En ese caso más bien no voy”.
Personas entrevistadas por el principal periódico italiano LA REPUBBLICA, entre
ellos un policía, explicarán también a ese periódico su versión de lo sucedido,
mientras aquel continuará refiriéndose a aquello como “lo ocurrido en la noche
chilena”. Sólo por excepción, un parlamentario de Los Verdes de Alemania que
visitaría Génova para conocer estos sucesos, hablaríade procedimientos policiales
parecidos “a los que caracterizaron la dictadura argentina”.
Junto a ello, los testimonios de los afectados y que empezarán a ser conocidos a lo
largo de toda la última semana, resultarán igualmente apabullantes.
Alfonso Munno, fotógrafo romano de 26 años, con un pie fracturado y una costilla
hundida, contará por ejemplo que la Policía romana tenía una cierta cantinela que
recitaban textualmente así, -si bien, a diferencia del italiano, en español no rima:
“uno, dos tres, viva Pinochet
cuatro, cinco, seis, muera el judío,
siete, ocho, nueve, los negroides no dan pena,
sieg heil, apartheid”
Declaraciones que han sido ampliamente ratificadas por otros testigos
independientes del anterior, entre ellos por ejemplo una joven alemana con el arco
dental anterior fracturado, y un inglés con hundimientio torácico, han agregado que
de tanto en tanto la Policía intercalaba también a la cantinela anterior gritos
avivando a Mussolini, il Duce.
Lo lamentable siempre es que, entre aclaraciones y desmentidos, el nombre de
nuestro país siga asociado a la calificación que se brinda a aquellos sucesos. Hoy
Austria, Alemania, Inglaterra, la Organización para la Seguridad Europea han pedido
explicaciones al gobierno italiano sobre lo ocurrido, aunque sin haber llegado a
presentar una protesta oficial. La policía italiana, entre tanto, ha emitido su propio
Informe, desaprobando por completo la actuación policial en Genova, y pidiendo
sanciones y nuevas destinaciones para determinados altos jefes policiales, cuyo
número no baja de 6. Los 70 miembros del GOP romano, incluído el general que los
comanda, deberán presentarse también al Tribunal y enfrentar la posibilidad de
recibir sanciones penales. Y el Senado italiano discute en estos momentos una
moción de cesura contra el ministro del interior, Claudio Scajola, una de las figuras
claves del gobierno de Berlusconi.
Pero mientras tanto, pocos se acuerdan de las alusiones y ya debería ser tiempo
que el nombre de nuestro país se lave de aquello.-
RAL
Heidelberg, Alemania,
3 de agosto 2001
(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital Primera Línea, de
Santiago de Chile, bajo el título de La “Represión a la Chilena“ durante la Cumbre
del G-8 en Génova, por Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg, 5 de agosto
2001)