AUMENTA PROTESTA OFICIAL EUROPEA POR

VIOLENCIA DURANTE LA CUMBRE G 8

 

Por Rolando Arturo Leiva

10 agosto 2001

 

Heidelberg (Alemania) - Después de haber sido considerado, a lo más, como una

cuestión de orden publico interno de Italia, o un episodio vistoso en una ocasión

memorable, el tema de la protesta anti-globalización y la violencia de la represión

durante la última Cumbre G8 de Génova, amenaza con transformarse hoy en un

serio motivo de conflicto europeo que tiene como principales actores al

recientemente asumido gobierno de Berlusconi por una parte, y a diversos

gobiernos europeos por otra, entre los que destacan principalmente Alemania y

Austria.

 

El prestigio de Italia como país capaz de velar por el orden y la autoridad dentro de

su territorio, está otra vez por los suelos. Es ilustrativa por ejemplo la foto que trae a

todo lo ancho de su primera página el diario semanal alemán DIE ZEIT (El Tiempo),

-de tendencia muy moderada-, donde se aprecia a un policía italiano antimotines con

casco, aplastando con su rodilla la espalda a un manifestante que está contra el

suelo, mientras en el titular del periódico se lee a grandes caracteres: “Mire a este

país”.

 

La situación ocurrida en Génova, en términos prácticos, no se encuentra por otra

parte todavía completamente resuelta. Como un ejemplo, persiste hasta este

momento un grupo de 4 norteamericanos detenidos -fuera de otros que ya fueron

excarcelados aunque mostrando graves lesiones- y en otro titular, un periódico

igualmente importante en Europa, como es el INTERNATIONAL HERALD TRIBUNE,

escribía el jueves recién pasado: “Indignación por la conducta de la policía en

Genova ha crecido a través de Europa”.

 

Resulta por ello indudable que ya, tanto las imágenes exhibidas, como las diversas

consideraciones que se efectuaron en su momento a causa de las protestas más o

menos violentas ocurridas en Génova, han quedado definitivamente atrás. Lo que

está ocurriendo hoy es un cambio de la marea. A causa de ello, el gobierno de

Berlusconi se encuentra ahora de veras nuevamente en mala posición en Europa -

lo que repercute sobre todo el equilibrio político en el continente, especialmente por

haber un mapa político compuesto de gobiernos conservadores y socialistas- y esto

a poco más de dos meses de haber asumido y cuando había realizado un enorme

esfuerzo para lanzar otra imagen.

 

Para los sectores partidarios de las protestas contra la Cumbre G8 y contra la

globalización, lo episodios de brutalidad policial denunciados en Génova, los han

llevado por ejemplo a un endurecimiento de su lenguaje, cuestión que se advierte

por ejemplo en la edición de este mes de LE MONDE DIPLOMATIQUE, cuando una

columnista escribe: “Después de la vergüenza de Génova una pregunta lacerante se

plantea ya a las empresas transnacionales y a las empresas europeas que se han

transformado en objetivo de lo que los medios de comunicación llaman la

antiglobalización: cómo desacreditar, debilitar, manipular y si es posible aniquilar el

movimiento cívico internacional que después de Seattle no deja de perturbar los

grandes espectáculos montados por los dueños del universo”.

 

Más adelante agrega: “La maquinación montada por el gobierno del Sr Silvio

Berlusconi, que ha dejado, a sabiendas, desvastar barrios enteros de la capital de la

Liguria, trataba de atribuir la responsabilidad de la violencia a los cientos de

organizaciones agrupadas en el Genoa Social Forum. Esta tentativa ha fracasado

gracias a los múltiples testimonios de complicidad entre los carabineros y elementos

del Black Block”.

 

En términos concretos, el total de detenidos que permanecen en cárceles italianas

es todavía de 39 personas, dentro de los cuales se cuentan 22 alemanes, aparte de

un número indeterminado de expulsados de Italia, con prohibición de reingresar a

ese país por 5 años.

 

Lo anterior ha motivado una llamada del Ministro de RREE de Alemania Joschka

Fischer a su colega italiano Renato Ruggiero para urgir además al gobierno italiano

a “que siga adelante con su investigación acerca de la conducta de la Policía”,

según la declaración oficial dada a la publicidad por el gobierno alemán.

En España, igualmente, el Ministro Secretario de Asuntos Europeos, Ramon de

Miguel, ha calificado las escenas y descripciones de la actuación policial en Genova,

“como una nueva exhibición de fascismo”.

 

Y dentro de todo aquel cuadro, donde el tema de Genova está pasando

insensiblemente a deslizarse ya al terreno de la relación entre Estados, ha surgido

algo impensado y sorprendente como es aquello que el diario LA REPUBBLICA

califica como una “tormenta” entre Austria e Italia. “Hay de nuevo una tormenta entre

Viena y Roma” - escribe este periódico- por el caso de la detención en un lugar fuera

de Genova de un grupo de teatro itinerante austríaco compuesto de 9 hombres y 7

mujeres, llamado (sic) Volktheaterkarawane (caravana de teatro popular). La actual

Ministro del exterior austríaca resulta ser así hasta ahora la primera autoridad oficial

en haber presentado una protesta formal ante Italia, declarándose “indignada” por la

actuación de la Policía y solicitando la investigación correspondiente.

El episodio vuelve a demostrar otra vez hasta que punto la alianza europea resulta

siempre sumamente frágil y tambaleante. Dos gobiernos de países que son

colindantes -que, sin embargo, ya sea como países o como pueblos, no se miran

precisamente con gran simpatía-, pertenecientes en este momento al mismo

espectro político y que se suponía “aliados”, se encuentran a punto de llegar a un

incidente diplomático grave, agregándose a ello, como un nuevo paso en este

sentido, la carta personal del Presidente autríaco Klestil enviada a su colega italiano

Ciampi.

 

Fuentes austríacas han calificado las declaraciones de los detenidos del grupo de

teatro itinerante de ese país, -sobre lo que les ocurrió a manos de la Policía italiana y

prestadas delante de embajador de ese país, el cónsul y el enviado especial del

Ministerio de Relaciones Exteriores- como “espantosas”, y como “14 horas de

torturas”. Entre otras cosas, los miembros del grupo detenidos aún denuncian a la

Policía italiana dando gritos nazis en alemán, tales como “Sieg Heil”, “Heil Hitler” y

otros.

 

Se trata en definitiva de un gran “embarrassment” para el gobierno de Berlusconi,

-una situación muy embarazosa-, como dice el INTERNATIONAL HERALD

TRIBUNE, teniendo en cuenta sobre todo que al interior de ese gobierno hay

efectivamente grupos a los que se apoda como “neo y post fascistas”.

La situación es seria también por último en Francia donde 6 manifestantes y un

colectivo incluyendo más de 60 gravitantes organizaciones sociales, han decidido

presentar una denuncia contra el Estado italiano ante la corte europea por “actos de

tortura”, “tratamientos inhumanos y degradantes” y no respeto a la Constitución

Italiana.

 

Existe sin embargo una pregunta crucial que sigue rondando a muchos a ambientes

y que es la siguiente: “ ¿Es verdad o no que se infiltraron elementos provocadores

al movimiento anti-globalización para presentarlo como violento y desacreditarlo?”.

Una pregunta que seguirá acosando al gobierno de Berlusconi por mucho tiempo,

cuando, contra sus previsiones, se encuentra otra vez amenazado por la

desacreditación ante Europa, y que era la situación que más quería evitar ese

gobierno después de su fallida primera experiencia.-

 

RAL

Heidelberg, Alemania

10 agosto 2001

 

(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital Primera Línea, de

Santiago de Chile, bajo el título de  "Italia, Post Génova, en el Ojo del Huracán", por

Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg, 12 de agosto 2001)