SE CREAN TRIBUNALES MILITARES

SECRETOS EN LOS EEUU

 

Por Rolando Arturo Leiva

16 de Noviembre  2001

 

Heidelberg (Alemania) - Con el fin de juzgar los delitos por terrorismo que están

siendo investigados en EEUU después de los atentados del 11 de septiembre de

este año, el Presidente Bush ha aprobado el martes pasado, -a través de un

decreto perteneciente a la ley militar- la creación de Tribunales Militares secretos

en ese país. El objetivo inmediato más importante de estos Tribunales será, a partir

de este instante, la citación a declarar de 5000 extranjeros que resultan en su

totalidad residentes legales en los EEUU en la actualidad. Todas las personas

citadas no pasarán a adoptar la condición de arrestadas, pertenecen por otra parte

al sexo masculino, se ubican entre los 17 y los 33 años de edad e ingresaron a los

EEUU a partir del 1 de enero del año 2000. Si bien las nacionalidades de los que

serán entrevistados no han sido reveladas hasta estos momentos, la mayoría de

ellos pertenecen a ciudadanos de los países árabes o del Oriente Medio. Las

entrevistas, que también se espera sean respondidas voluntariamente, tienen por

finalidad ayudar ante todo a la investigación de la red de Al Qaida dentro de los

Estados Unidos que se está realizando en estos momentos.

 

La firma del decreto por el Presidente Bush, lo ha sido en la forma de una ley

militar a la cual tiene derecho por su calidad de Comandante en Jefe de las Fuerzas

Armadas. Otro punto de apoyo legal para la dictación del referido decreto, lo ha sido

también la resolución aprobada por el Congreso norteamericano el 15 de septiembre

pasado, en la cual se autoriza el empleo de fuerzas militares a consecuencias de los

atentados del 11 de septiembre pasado.

 

Fuentes de la Casa Blanca consultadas han opinado adicionalmente, que estos

Tribunales, “no serían necesariamente públicos y podrían operar en países

extranjeros como Pakistán o Afganistán”.

 

En lo sustancial, el decreto-ley firmado, autoriza al Presidente a acusar a un

detenido sin presentar pruebas, quedando a partir de ese momento sometido el

detenido a proceso en un Tribunal Militar, cuyo nombre y aún su existencia misma

pudieran resultar desconocidos. Para esto, el Presidente debe solamente expresar,

por escrito, que hay razones para suponer que el acusado es miembro de Al Qaida,

ha participado en actos de terrorismo internacional o ha protegido, conocidamente a

algún terrorista.

 

De acuerdo a fuentes de la Casa Blanca, el decreto-ley promulgado no constituye

verdaderamente la creación de un Tribunal Militar especial. Otros casos de

Tribunales Militares operando dentro del sistema judicial se han conocido ya

anteriormente, -opinan estas mismas fuentes-, como fuera el de los acusados por el

asesinato del Presidente Lincoln en 1801, y el proceso y posterior ejecución de

varios saboteadores durante la Segunda Guerra Mundial.

 

Según el NEW YORK TIMES, el decreto-ley promulgado resulta también “un acto

altamente inusual de un Presidente”.

 

De la misma manera, el decreto firmado ha motivado diversas críticas de

especialistas en legislación militar, quienes han señalado que tales Tribunales, “van

a limitar los derechos de un acusado aún más severamente que en un proceso

militar”, agregando que en ellos no se va a requerir acreditar una prueba de

culpabilidad, -si existe duda razonable de aquella-, “ni tampoco estarán obligados a

hacer uso de reglas estrictas de evidencia como aquellas que existen en los

tribunales civiles y militares”.

 

Igualmente, el Presidente del Instituto de Justicia Militar norteamericano, Eugene

Fidell, ha indicado que “el acusado en estos tribunales tendría dramáticamente

menos derechos que los que tendría una persona en una corte marcial”, agregando

que espera que se realice la impugnación del decreto legalmente en la Corte,

debido a que crea “un tipo de tribunal que se aleja de aspectos centrales del sistema

de justicia criminal norteamericano”.

 

Otras fuentes, como la ACLU (Unión de Libertades Civiles Norteamericanas) han

expresado asimismo su oposición, declarando por ejemplo a través de Laura

Murphy, directora de la Oficina de Washington, que el decreto aprobado resulta

“profundamente perturbador y una evidencia adicional de que esta administración

manifiesta una despreocupación total hacia los controles y equilibrios que son tan

centrales en nuestra democracia”.

 

De acuerdo a fuentes de la Casa Blanca, dentro de las capacidades positivas que

podrían adicionalmente llegar a tener los Tribunales Militares secretos, sería poder

someter a proceso a personas del tipo de bin Laden debido a que, “un largo juicio

público lo podría transformar en un mártir y podría llevar a que se realizara todavía

más terrorismo en su nombre”, pudiendo ser, otra función de aquel tribunal, proteger

la identidad de los jueces.

 

Otras instituciones, como el Consejo para las Relaciones Islámico Norteamericanas,

se han expresado también críticamente sobre el decreto aludido, señalando el

director ejecutivo de la organización, Nihad Awad, que, en relación a las 5 mil

personas que van a ser entrevistadas o interrogadas, estos procedimientos

sumarios “crean potencialmente la impresión que los que han sido elegidos, lo han

sido han sido más bien a causa de su raza, origen étnico y religión que otra cosa”.

El decreto ley firmado por el Presidente Bush, ha entrado en vigencia a partir del

mismo momento de su promulgación, es decir desde estos mismos instantes.-

 

RAL

Heidelberg, Alemania

16 de Noviembre  2001

 

(Una versión de este artículo fue publicada en el periódico digital "Primera Línea", de

Santiago de Chile, bajo el título de "Los Tribunales Militares Secretos de los Estados

Unidos", "por Rolando Arturo Leiva desde Heidelberg", 18 de noviembre 2001)